Pinilla: "A la selección le hace falta un delantero con mis características"

SANTIAGO.- Mauricio Pinilla está feliz. Acaba de firmar por el Grosseto, de la segunda división del Calcio, y vive en Toscana, "una de las regiones más lindas de Italia. Es una ciudad pequeña y de estilo clásico. Está a 170 kilómetros de Roma", apunta.

El fútbol vuelve a ofrendarle una nueva oportunidad a este delantero de 25 años y con pasado en Universidad de Chile, Inter de Milan, Chievo (Italia), Celta, Racing de Santander (España), Sporting de Lisboa (Portugal), Heart (Escocia), Vasco da Gama (Brasil) y Apollon Limassol (Chipre).

"Me junté con mi representante, Roco Dozzini, en Perugia y me ofreció hacer la pretemporada en Italia en un equipo de la Segunda división de Bélgica que había comprado un amigo de él. Me pareció bien, porque así me ponía a punto física y futbolísticamente. Jugamos un amistoso con el Modena y anduve bien... Varios equipos se interesaron en mí", cuenta Pinilla a Emol desde Italia.

El relato sigue. "Uno de esos fue el Grosseto. Hablé con Nicolás Córdova, que jugó ahí hasta junio, y me dio muy buenas referencias. Acepté la propuesta, pero tenían dudas. Querían verme cómo estaba y luego de una semana a prueba me ofrecieron contrato", agrega.

-¿Qué significa este regreso a Italia?
"Es como que mi carrera empieza de cero. Siento que todo lo que pasó quedó en el olvido y recién ahora empieza mi etapa de futbolista. Eso me tiene muy motivado y concentrado en escribir una nueva historia de mi vida".

-¿Por qué dice que todo lo que pasó antes quedó en el olvido y ahora empieza su vida futbolística?
"Porque después de estas semanas entrenando en Grosseto, me di cuenta que tengo un potencial que estaba estancado y no lo había aprovechado... No era yo el que jugaba, sino sólo una parte de mí era la que estaba en Europa. Me di cuenta de cualidades tremendas que puedo explotar y eso quiere decir que mi carrera recién comienza".

-¿Hubo algo que provocó ese cambio en su manera de pensar?
"Pasé todo lo que tenía que pasar. A veces, en la vida hay que pegarse un porrazo bien fuerte para poder valorar lo que somos y lo que tenemos. Y eso me pasó. Antes de venir a Italia sin saber qué iba a pasar tenía mucho miedo: debía llegar a un club y demostrar lo que sabía y tenía... Fue como cuando llegué a la U, a los 8 años y tenía que demostrar lo que realmente valía y que podía ser útil".

¿Cuál fue el porrazo fuerte que se dio?
"Llegó un momento donde las puertas no se me abrían y todos dudaban en contratarme... No tenía nada seguro y miraba hacia atrás y resulta que siempre fui yo el que elegía. Ahora fue distinto...".

-¿Dudó de sus condiciones?
"Antes de empezar esta aventura en Grosseto pasé días de mucha soledad. Reflexioné bastante. Debía recapacitar y darme cuenta cuánto tiempo había regalado... Ahí me armé de valor y dije que esta sería la gran posibilidad de demostrarme a mí y a la gente que no estaba muerto, sino que sólo un poco perdido y cansado... Cansado de tantas lesiones y desilusiones. Aparte, me di cuenta de que cometí algunas irresponsabilidades... Yo pensaba que el fútbol era un juego y no, es una vida".

-¿Irresponsabilidades muy grandes?
"Recordar cosas del pasado, ahora, no sirve de mucho. Lo único que puedo decir es que el fútbol me ha pagado de muy buena manera y yo he sido muy ingrato con el fútbol. Ahora es tiempo de saldar la deuda que tengo con mi profesión, que es mi pasión y mi vida".

Un futuro en rojo

-¿Qué espera conseguir en Grosseto?
"Tengo objetivos muy claros. Lo primero es empezar a jugar y si Dios quiere, la próxima semana debería llegar el transfer. Quiero demostrar mi potencial, jugar una temporada en forma ininterrumpida y marcar la mayor cantidad de goles. Eso me abrirá las puertas en un equipo más grande y volver a la Serie A. ¿La selección? Se dará en su momento: jugando y haciendo goles las puertas de la selección se abrirán".

-¿Coincidirá que en la selección no hay delanteros de sus características...
"Eso todo el mundo lo sabe. Me siento tan bien física y futbolísticamente que sé que puedo ser un aporte. Está en mis manos y sólo jugando podré demostrarlo".

-Dice que todo el mundo lo sabe... ¿Usted también lo sabe?
"Lógicamente que estoy convencido de que sería un gran aporte. A la selección le hace falta un delantero con mis características, pero nada saco con hablar. Tengo que demostrar que puedo ser un aporte".

-¿Dónde estará, qué estará haciendo Mauricio Pinilla entre junio y julio de 2010?
"Jaja... Si Dios quiere y el técnico de la selección me necesita, estaré en Sudáfrica con la selección. Ese es mi sueño. Hay que jugar, hacer goles, porque de la boca para afuera no se gana nada".