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El Real Madrid enciende las luces en su debut liguero

El conjunto dirigido por Manuel Pellegrini derrotó por 3-2 al Deportivo La Coruña en un Santiago Bernabéu expectante y, finalmente, satisfecho.

29 de Agosto de 2009 | 15:56 | El Mercurio Online
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El dibujo táctico propuesto por Pellegrini arrojó promesas de buen juego y espectáculo.

Reuters.

SANTIAGO.- Los once partieron con dudas. Manuel Pellegrini con preocupación. El chileno lucía el ceño fruncido, los brazos cruzados, la cabeza inclinada hacia abajo y los labios apretados. En la cancha, los merengues no lograban cuajar un fútbol asociado que les permitiera llegar con claridad al arco de Daniel Aranzubia.


Durante la primera media hora de partido, la excesiva verticalidad del juego madridista impedía que las piezas del once se juntaran. Muchos trazos largos, veloces e imprecisos. Kaká, Benzemá y Ronaldo aparecían poco, de chispazos. Xabi Alonso, lucía ausente y sólo la solvencia de Diarra -émbolo del equipo- y Raúl le otorgaban cierta certeza al fútbol local.


Sin embargo, Real Madrid mostró ser contundente a pesar del áspero funcionamiento y a los 25 minutos Raúl abrió la cuenta tras un buen movimiento entre Kaká y Benzemá. 


El brasileño la aguantó en la entrada del área y el francés le marcó la diagonal que partía en el punto penal. Kaká leyó la jugada y entre las piernas de un defensor gallego metió un pase preciso para Benzemá, que remató y estrelló la pelota en el poste. Ahí apareció el capitán para empujar la redonda y celebrar.


Cuatro minutos después, igualó Riki, tras un centro cruzado de Juca. El balonazo fue al área chica y Casillas se quedó clavado en el suelo. Riki se elevó sobre Albiol y Arbeloa y conectó de cabeza.


El Real Madrid seguía con dificultades para asociarse en ataque y debilidad en la zaga. Sin embargo, los blancos llegaban gracias a la presteza de sus figuras, que, lentamente, se iban soltando.


Y llegó el minuto 33 y Diarra metió un balón profundo para Raúl. El siete intentó sacarse al arquero por fuera, el balón se le iba y el meta enganchó los pies del ariete. Penal. Cristiano Ronaldo se paró frente al balón y la metió abajo, en la ratonera derecha de Aranzubia (34').


El alza del complemento


En el segundo tiempo, las cosas partieron de la peor manera para los hombres de Pellegrini. Aún no se cumplía un minuto de juego y Guardado se coló por el callejón izquierdo del ataque, sacó un centro atrás y Valerón recibió en el semicírculo, se acomodó y remató abajo, a la derecha de Casillas. Golazo.


Sin embargo, el complemento encontró a un Real Madrid mucho mejor aceitado, más suelto y más asociado. Y, lentamente, fue acaparando el control del balón.


A los 59', Lassana Diarra recibió a 35 metros del arco gallego, gambeteó a su marcador y sacó un bombazo imparable para Aranzubia, instalando el 3 a 2.


Tras el gol, el cuadro local definitivamente tiñó todo de blanco. Rotó la pelota, de lado a lado, la amasó, la aguantó y atacó, por las puntas, por el centro, desde lejos, por arriba y abajo. Cristiano Ronaldo y Kaká aparecieron, al igual que Benzemá. Raúl y Diarra mantuvieron el ritmo y la entrada de Granero e Higuaín le dieron aire al equipo.


Xabi Alonso, quizá, fue el único que quedó en deuda.


El Real Madrid demostró que aún está en rodaje, pero que ya es un modelo veloz y eficiente. Queda mucho por mejorar, sobre todo atrás, donde el regreso de Pepe -luego de cumplir una suspensión- debería ser fundamental.


Eso sí, está claro que Manuel Pellegrini sufrirá en cada pelota aérea. Hoy, sábado, Iker Casillas dejó en claro que ese aspecto de su juego sigue sin progresar.


Pellegrini prometió a un "Real Madrid entretenido" y ante La Coruña cumplió y sembró nuevas promesas.