Cuando David Pizarro se automarginó de la selección

SANTIAGO.- El 12 de octubre de 2005 la selección chilena de fútbol jugó su último partido por las Clasificatorias mundialistas rumbo a Alemania 2006.

El proceso terminó mal, con Chile sin clasificación y con un equipo lleno de críticas. Todo lo había iniciado Juvenal Olmos en la banca y, tras el 1-2 en Paraguay, no fue más. Llegó Nelson Acosta López y Chile venció a Bolivia y Venezuela, perdió con Brasil e igualó con Colombia en Barranquilla y Ecuador en Santiago.

Fue el duelo ante los del Guayas el partido de despedida al sueño mundialista. Y fue ese juego también el último de David Marcelo Pizarro con la camiseta de la selección.

Chile empató 0-0 aunque había llegado con chances al duelo ante los ecuatorianos. Bravo fue el portero; Moisés Villarroel, Ricardo Rojas, Luis Fuentes y Rodrigo Pérez armaron la defensa. Rodrigo Meléndez, Claudio Maldonado y Jorge Valdivia acompañaron a Pizarro en el mediocampo, dejando en delantera a Luis Jiménez y Reinaldo Navia (ingresaron Mirosevic, Suazo y Matías).

Finalizado el partido, Pizarro -entonces jugador del Inter de Milan- habló fuera de los camarines del Estadio Nacional:

"Lamentablemente terminamos mal. Me voy triste, porque quizás sea la última eliminatoria que haya jugado. Quería estar en un Mundial, pero ya está. No pudo ser y doy un paso al costado".

Pizarro -que a esa altura tenía 26 años, había logrado la medalla de bronce en los JJ.OO. de Sydney 2000 y participado en dos fallidos procesos clasificatorios- era el capitán del equipo tras la salida de Nelson Tapia.

"Ya he jugado dos eliminatorias. Me estoy perdiendo que mis hijos están creciendo y no me quiero arrepentir por eso", agregó en alusión a los pequeños Davca y Bastián, sus retoños, de entonces 2 y 4 años.

El anuncio, con el tiempo, tomaría peso. Pizarro no volvería a vestir la casaca de la "Roja", pese a varios intentos de hacerlo recapacitar. Sellaría su historia con el seleccionado que había comenzado el 17 de febrero de 1999, en Ciudad de Guatemala.

Aquella noche de octubre de 2005 su amigo de toda la vida, Reinaldo Navia, quiso bajarle el perfil al anuncio. "Para mí que eso de no jugar más es una calentura del momento de David", anotó.

Hasta Nelson Acosta, el DT que lo hizo debutar en la "Roja", opinó: "David lo puede decir porque está un poco enojado. A veces a los jugadores se les pasa un poco la mano en las declaraciones".

Pero el malestar de Pizarro venía de un año atrás. En septiembre de 2004 Chile igualó en casa con Colombia y el entonces DT, Juvenal Olmos, decidió reemplazar al volante.

Hasta antes del juego con los cafeteros Chile marchaba tercero en la tabla. Había que ganar para mantener la opción intacta levantada con interesantes empates en Argentina y triunfos en Bolivia y Venezuela.

Pero el 0-0 ante Colombia generó el primer gran cisma entre el plantel -liderado por Pizarro- y Olmos. El DT reemplazó al jugador surgido en Wanderers a los 58 minutos, por Rodrigo Valenzuela, y fue allí cuando Pizarro se llenó de rabia, hizo un gesto a la banca mientras se retiraba del campo directo a camarines y, al paso, le dio un puntapié a la publicidad estática.

"Soy el tipo más autocrítico que hay en la tierra. Si hubiese salido en el entretiempo me hubiese quedado muy tranquilo en el camarín, pero como había empezado a tomar el balón y a llegar con peligro, me sorprendió. No sé si se equivocó Olmos. ¿Si me voy molesto? ¡Mucho, mucho!", declaró entonces.

En octubre de 2007 la mismísima Presidenta de la República, Michelle Bachelet, esbozó la idea de que Pizarro volviera a la selección.

La Mandataria homenajeó al jugador en medio de una gira por Italia. "Acá esta nuestro héroe", dijo Bachelet, señalando a Pizarro.

Pero éste fue rotundo, como en cada entrevista que desde Chile le hicieron durante 4 años: "Lo dije en su momento esa noche después de Ecuador. Me mantengo en esa línea y ahora estoy apoyando desde afuera. Hay un buen equipo y un gran entrenador. Mis chances ya me las jugué y ahora hay elementos importantes que pueden dar una gran mano a la selección".

Hoy, el volante juega en la Roma y tiene 30 años. Desde 2005, año en que dejó la selección, Pizarro se consolidó en el Calcio y ganó la Supercopa de Italia 2005, la Liga 2006 y la Copa Italia 2006 con el Inter, además de la Copa Italia 2007 y 2008 y la Supercopa de Italia 2007 con la Roma.

Con Davca y Bastián ya más grandes, en plena época escolar, Pizarro inició la semana pasada gestiones con el Sifup, ente con el cual mantiene largas y fluidas relaciones. Pidió hacer el contacto con Marcelo Bielsa Caldera, anotó que "está disponible" y ya prepara una conversación pedida por él, con el propio Harold Mayne-Nicholls, presidente del fútbol chileno.