PARÍS.- Dos hechos marcaron la temporada del tenis mundial en 2009: la vuelta de Roger Federer al tope de la clasificación de la ATP y la sorpresiva derrota de Rafael Nadal en "su" torneo de Roland Garros, que había ganado durante cuatro ediciones consecutivas (2005-2008).
En el cuadro femenino, destacó la vuelta victoriosa de Kim Clijsters al circuito WTA, ganando el US Open, el anuncio de otro regreso a la actividad, el de Justine Henin, la otra "pequeña maravilla belga", y el lógico reinado de Serena, la menor de las hermanas estadounidenses Williams.
El comienzo de la temporada hubiese permitido aventurar un pronóstico por completo diferente a todo aquello que los hechos más tarde confirmaron.
En enero, el español Nadal, por entonces todavía número uno mundial, dio el gran golpe al imponerse a su escolta, el suizo Federer, en la final del primer torneo del Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia.
El mallorquín, de 23 años, ganaba además por primera vez ese "grande". Sin embargo, la gran sorpresa llegaría meses después en París cuando, contra todo pronóstico y lógica, un 'outsider', el díscolo sueco Robin Soderling, eliminó a Nadal en octavos de final del torneo de Roland Garros, el Abierto de Francia.
Entonces, Federer, sin el dueño de casa en su camino, levantó por primera vez a sus 28 años el único título del Grand Slam que le faltaba, también el único que se disputa sobre superficie de polvo de ladrillo, precisamente, derrotando al sorprendente Soderling en la final.
Luego, en Wimbledon, el jugador de Basilea demostró que es uno de los mejores de todos los tiempos, ganando al estadounidense Andy Roddick en una larga final, cuyo quinto set finalizó 16-14 a favor del campeón.
Así ganó su sexto Abierto de Gran Bretaña y su decimoquinto Grand Slam, destronando al mítico Pete Sampras.
Con el helvético consolidado como número uno de la ATP, en septiembre, en Flushing Meadows se produjo otra sorpresa: el argentino Juan Martín del Potro, de 21 años, apodado "la torre de Tandil" (1,98m), un jugador en ascenso en las dos últimas temporadas, vencía en la final al campeón de todos los tiempos.
Finalmente, el año tenístico se cerró con el Masters de Londres, donde los grandes cayeron como soldaditos de plomo en fila empujados por un dedo, y el ruso Nikolay Davydenko, de 28 años, se llevó su primer gran título, en lo que todo el mundo reconoció en llamar "un premio a la regularidad".
Entre las mujeres la jerarquía suele variar más fácilmente y la rusa Dinara Safina volvió a confirmar su condición de "reina sin corona". Siendo la número uno de la WTA perdió la final de Australia ante Serena Williams y la de París ante su compatriota Svetlana Kuznetsova.
En Londres, Serena se tomó revancha de su hermana Venus Williams, y en el US Open, Clijsters, reciente mamá, volvió por todo lo alto al firmamento de la raqueta.
Mientras tanto, Henin anunciaba su regreso a las canchas, dieciséis meses después de abandonarlas. Hasta ahora jugó en exhibición, por lo que su vuelta formal se concretaría en enero de 2010.
Por otra parte, a principios de noviembre, Serena volvió a derrotar a Venus en el Masters de Doha y dejó claro quién manda actualmente en la WTA.