Reuters
VANCOUVER.- El estadounidense Shani Davis defendió anoche su título de campeón olímpico al ganar los 1.000 metros de patinaje de velocidad de los Juegos de Vancouver.
Davis, que en la misma distancia en Turín 2006 se convirtió en el primer atleta negro en ganar un oro en el patinaje de velocidad, hizo buenos los pronósticos y se impuso con un tiempo de 1:08,94 minutos, récord del Ovalo de Richmond.
"Es genial salir ahí y hacerlo de nuevo. Hace cuatro años jugué al ataque y hoy, a la defensiva. Nada fue fácil. Hubo mucho trabajo, determinación y dedicación", señaló Davis.
Fue el último en entrar en acción y superó los tiempos del surcoreano Mo Tae-Bum y de su compatriota estadounidense Chad Hedrick, que le acompañaron en el podio.
Davis, ante la mirada del presidente del COI (Comité Olímpico Internacional), Jacques Rogge, hizo historia de nuevo en Vancouver, pues se convierte en el primer patinador que repite título en los 1.000 metros. Es además el oro número 29 para su país en el patinaje de velocidad.
Mo se lo puso complicado tras haber ganado dos días atrás la prueba de 500 metros. Pero batir a Davis hubiera sido un golpe que no se produjo. El patinador estadounidense de 1,91 metros de altura se había impuesto en las cuatro pruebas de la Copa del Mundo en la distancia y una derrota era impensable.
Ésta era la tercera aparición sobre el hielo de Davis. En 5.000 metros había sido duodécimo y en 500 se retiró tras la primera ronda. Estaba todo dentro de lo previsto, ya que eran pruebas para preparar su verdadero objetivo: ganar.
Ante 7 mil espectadores gestó su triunfo, como siempre, con un espectacular paso por las curvas, perfeccionado por su pasado en el shorttrack. Su próxima meta será otro oro en los 1.500 metros el sábado.
"Necesito estar centrado y decidido", dijo de cara a su reto futuro. "Hay mucha gente a la que dar crédito por este éxito, pero al final soy yo el que hace el trabajo", señaló el solitario Davis, muy alejado de su equipo.
Ya antes de su llegada a Vancouver, Davis encendió la polémica, como en Turín 2006, por negarse a competir en las pruebas de relevos con sus compañeros, con los que podría conseguir otra medalla de oro dado el potencial estadounidense. "No es una posibilidad", insistió en su negativa a la prueba de persecución por países.
