Sobreviviente del Mundial del 30 sigue "molesto" por haber perdido la final

LA PLATA.- A pesar de tener 100 años, el ex futbolista argentino Francisco Varallo recuerda todo: el ruido de la pesada pelota de cuero, jugar lesionado porque las sustituciones no estaban permitidas y, más que nada, el histórico partido que se le escapó de las manos.

Varallo, el último sobreviviente de la final de la primera Copa del Mundo, cumplió 100 años la semana pasada en La Plata, la ciudad donde nació, cerca de Buenos Aires, recordando el choque de 1930 entre Argentina y su vecino Uruguay (ganaron los charrúas 4-2).

Varallo fue un fornido delantero con un potente remate de derecha que le dio el sobrenombre de "Cañoncito". El atacante fue el jugador más joven en competir en la primera Copa del Mundo celebrada en Uruguay, en la que defendió los colores de Argentina con 20 años.

Durante el partido de la Copa del Mundo del 30, Varallo sufrió una lesión en la rodilla en el duelo ante la Selección Chilena y no pudo jugar en la semifinal, pero volvió para la final.

"Me jugué el alma en el segundo tiempo, y luego pude sentir el dolor en la rodilla. Estábamos con un hombre menos y a medida que avanzaba el partido, se fueron lesionando uno tras otro", dijo Varallo en una reciente entrevista recordando cuán cerca estuvo Argentina de ganar la primera Copa del Mundo.

"Empeoré mi lesión cuando le pegué al travesaño con un disparo que pudo haber sido gol. No podía caminar. A partir de ese momento (Uruguay) comenzó a ponerse más fuerte y, con todo respeto hacia mis compañeros, no fuimos lo suficientemente valientes. Cómo lloré ese día. Aún ahora cuando lo recuerdo, me sigue molestando", dijo.

Varallo ostenta la orden al mérito de la FIFA, el más alto honor del ente rector del fútbol que también han recibido Pelé, Franz Beckenbauer y Bobby Moore.