ROMA.- Los problemas de los nuevos equipos a menos de tres semanas del inicio del Mundial de Fórmula 1, impulsaron hoy a Ferrari a lanzar críticas e ironías hacia Max Mosley, ex presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
"Este es el legado de la guerra sagrada librada" por Mosley, dijo Ferrari al recordar los duros enfrentamientos de 2009 con el dirigente inglés, que quería permitir la entrada de nuevos equipos en la F-1.
"Este es el resultado: dos equipos que irán cojeando a la salida del campeonato y un tercero que está siendo empujado al ring por una mano invisible", siguió Ferrari, esto ultimo en referecia al equipo Stefan GP.
El equipo del empresario serbio Zoran Stefanovic, creado sobre la estructura de la escudería que abandonó el fabricante japonés Toyota, no tiene licencia, pero está a la espera de poder sustituir a USF1 o Campos Meta.
"Mientras tanto hemos perdido dos constructores por el camino, BMW y Toyota, mientras que en Renault no queda mucho más que el nombre", se lamentó Ferrari, en claro reproche a Mosley, cuyas reformas eran criticadas por las grandes escuderías.
"¿Mereció todo esto la pena?", se preguntó Ferrari que, sin mencionarlo, critica también a Peter Windsor, titular de USF1, porque "sigue diciendo que todo está bien" cuando su escuadra está a punto de dejar sin Munial al argentino José "Pechito" López.
En tanto, el piloto español Fernando Alonso siguió dedicándole nuevos elogios a la escudería italiana, ahora en una entrevista publicada hoy por el diario inglés The Guardian, al que reiteró que podría retirarse de la F-1 tras correr con los bólidos rojos, tal como le dijo una vez su padre.
Alonso calificó de "inventos de la prensa" los rumores de supuestas diferencias con su compañero Felipe Massa y citó a McLaren, Mercedes y Red Bull como los principales rivales para el Mundial que comenzará el 14 de marzo en Bahrein.