Beckham jugó por los ''Diablos rojos'' hasta el 2003, cuando partió al Real Madrid.
APMANCHESTER.- El volante del Milan, David Beckham, se reencontrará este miércoles en Old Trafford, en la vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones, al que considera su "padre" futbolístico, el técnico del Manchester United Alex Ferguson, con el que tiene relaciones complejas.
"Jugar contra el United en Milán fue muy emocionante pero volver a Old Trafford todavía lo será más", dice el jugador, poco brillante en el partido de ida, que perdió su equipo en casa por 3-2.
Más que ningún otro jugador, Beckham encarnó la "generación del 1992", la de Paul Scholes, Ryan Giggs, Nicky Butt y los hermanos Neville, entre otros, todos salidos del centro de formación, y que llevó al Manchester a lo más alto en 1999, con un triplete histórico (Champions, campeonato y Copa).
El centrocampista jugó 394 partidos y marcó 85 goles, el primero en Old Trafford contra el Galatasaray en diciembre de 1994, y ganó seis campeonatos y una Liga de Campeones.
Los fans ingleses no le han olvidado y Beckham, que reconoce que dejar el Manchester United "fue una de las cosas más difíciles" de su carrera, tiene un lugar especial en el panteón del club, como demostraron recientemente los cánticos que le dedicaron en San Siro.
Sin embargo Ferguson no quiere participar en la euforia colectiva. Aunque promete "una buena acogida" a su antiguo jugador, la misma que "reciben todos los ex del club", no quiere participar en lo califica de "circo mediático David Beckham".
El técnico nunca sucumbió al carisma del "Golden Boy". "Nunca tuve problemas con él hasta que se casó" con la cantante Victoria Adams en julio de 1999, asegura.En 2007 Ferguson explicaba así su decepción: "Era un chico fantástico y casarse con el mundo del espectáculo fue muy difícil para él. Su vida ya nunca fue la misma. Es tan famoso... El fútbol sólo es una pequeña parte de su vida".
Las relaciones entre los dos hombres se fueron deteriorando y llegaron a su punto más bajo en febrero de 2003, cuando Ferguson, furioso por su actuación contra el Arsenal, le lanzó un zapato en el vestuario, que le hirió en la ceja.
Beckham se dedicó entonces a enseñar su herida en la prensa mientras las casas de apuestas especulaban sobre quién se iría primero, el "padre" Ferguson o su "hijo" Beckham.
Unos meses después el centrocampista se fue al Real Madrid, un fichaje que aceleró las malas relaciones entre ambos, más aún porque Ferguson estaba convencido de que el jugador estaba en declive. Pero Beckham demostró lo contrario con los "Galácticos".
Durante su primer préstamo al Milan por parte de Los Angeles Galaxy, hace un año, el jugador tuvo buenos resultados que hicieron que los italianos lo llamaran de nueve esta temporada. Beckham se ha convertido además en un reemplazante de lujo en la selección inglesa.
A sus 35 años, el centrocampista, que no juega en Old Trafford desde que se fue del Manchester United, intentará demostrar el miércoles a su "padre" Ferguson que se equivocó al echarle de casa.