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Las grandes figuras del fútbol que se perdieron un Mundial

No sólo David Beckham verá desde las tribunas la máxima cita en Sudáfrica. Son muchos los astros que se quedan fuera y otros que nunca jugaron una Copa, como Alfredo Di Stéfano.

16 de Marzo de 2010 | 10:15 | Emol

SANTIAGO.- El argentino-español Alfredo Di Stéfano es considerado por la FIFA como uno de los cuatro mejores jugadores de la historia, junto a Pelé, Diego Armando Maradona y Johan Cruyff.


Brilló como pocos en un club de jerarquía, el Real Madrid, pero nunca jugó un Mundial de fútbol. En la década del 50, con Argentina, o no clasificó o se retiraron (en Brasil 1950, por ejemplo) y ya en los 60, con España, no pudo jugar en Chile 1962 por una lesión.


Di Stéfano es quizás el ícono de una figura consular del fútbol que nunca pudo jugar una Copa del Mundo. Hoy llora David Beckham, pero al menos el hombre del AC Milan ya se anotó en tres Mundiales anteriores.


En Chile, se tiene como uno de los mejores volantes de la historia a Enrique Hormazábal. "Cuá Cuá" -quien jugó sin éxito las eliminatorias de los Mundiales del 54 y 58- estaba en su peak para el Mundial del 62 en Santiago, Viña, Rancagua y Arica. Pero como no se asentó al proyecto de Fernando Riera simplemente no calificó y se quedó fuera.


De los cuatro tenores mencionados al inicio, Pelé y Maradona se alzan como estandartes y, precisamente, ambos alcanzaron sus picos en los Mundiales.


El holandés Johan Cruyff disputó la final del Mundial de Alemania 74 y fue una de las grandes figuras. Pero al capítulo siguiente, en Argentina 1978, se quedó fuera.


Ya terminada la cita germana, Cruyff amenazó con no volver a jugar un Mundial por las largas concentraciones (y por líos comerciales con Adidas). Encima, la dictadura en Argentina lo atormentó ya que un año antes había vivido un intento de secuestro jugando por el Barcelona (cosa que él mismo reconoció hace un par de años).


Las estrellas apagadas


Con la masificación de los medios y la publicidad, la ausencia de los astros en los Mundiales de las últimas décadas tomaron una forma colosal.


Francia, Inglaterra y Portugal no clasificaron a EE.UU. 1994 y con ello no estuvieron en el calor norteamericano Eric Cantona y Jean Pierre Papin, que luego estaban un tanto pasados para la cita siguiente o Rui Costa y Paolo Futre (los británicos se pudieron desquitar en Francia 98).


En la cita gala se echó de menos al joven checo Pavel Nedved, y en Japón Corea 2002 no fue Holanda, y con ello Patrick Kluivert, Marc Overmars y Edgar Davids, entre otros, se quedaron fuera. También perdió su última chance un ícono que brilló en Europa pero no avanzó a los Mundiales: George Weah, de Liberia y AC Milan.


Los últimos llantos, en Alemania 2006, se dieron con el griego Angelos Charisteas (Ajax) que venía de festejar en Europa. Y con el camerunés Samuel Eto'o, el nigeriano Nwankwo Kanu, el uruguayo -entonces líder del Villarreal- Diego Forlán y el galés Ryan Giggs (Manchester United), entre muchos muchos otros.


Ahora, de cara a Sudáfrica 2010 llora David Beckham, pero también el sueco Zlatan Ibrahimovic o el ruso Andrei Arshavin, figuras importantes de Europa pero cuyas selecciones no lograron clasificar.


El ucraniano Andrei Shevchenko o el togolés Emmanuel Adebayor tampoco podrán replicar sus buenos momentos a nivel de clubes. Ni Petr Cech (República Checa); Seydou Keita (Mali), Iván Córdoba (Colombia); Tomas Rosicky (República Checa), Juan Vargas (Perú, Fiorentina), el ecuatoriano Luis Antonio Valencia (Manchester United), el irlandés Robbie Keane, los malienses Frederic Kanouté (Sevilla), Momo Sissoko (Juventus) y Mahmadou Diarrá (Real Madrid), además del egipcio Mohamed Zidan (Borussia Dortmund).


Sin dejar de lado Chile, con el jugador con más presencia en Europa en el último tiempo: David Pizarro Cortés.


Y eso que por lesión recién se anota Beckham, ya que la historia indica que otros, en los meses siguientes, van a cambiar Johannesburgo por algún (maldito) quirófano.