Van der Vaart celebra un gol viciado: controló con los brazos antes de liquidar de zurda.
Reuters
SANTIAGO.- Estadio Santiago Bernabéu, 54 minutos de juego y tiro libre a favor del Real Madrid; frente a la pelota Cristiano Ronaldo. El portugués sacó un misil con su botín derecho y el portero Juan Pablo sólo pudo contener con los puños. La pelota salió con mucha fuerza rumbo a Rafael Van der Vaart, que juntó los dos brazos para, en una jugada digna de voleibolista, recibir, acomodarse la pelota y con un zurdazo mandarla al fondo de las redes.
Ese gol viciado del holandés siginificó el 1-1 parcial del encuentro entre el equipo dirigido por Manuel Pellegrini y el Sporting de Gijón. De ahí en más fue todo para los locales que terminaron imponiéndose por 3-1.
Dos minutos antes de que Ronaldo ejecutara el tiro libre, David Barral había silenciado al estadio al abrir la cuenta con un violento remate desde corta distancia que dejó sin opciones a Iker Casillas.
Tras el empate de Van der Vaart, el Sporting se desarmó y dos minutos más tarde Xabi Alonso, de cabeza, anotaría el 2-1 y le daba un respiro al DT chileno, que ya empezaba a sentir las pifias del Bernabéu.
Gonzalo HIguaín fue el encargado de ponerle la lápida a los de Gijón con una gran jugada personal y una definición de zurda.
Más allá del resultado y la gran reacción del Madrid, los pupilos de Pellegrini no mostraron un buen juego y, seguramente, la semana no será fácil para el ingeniero.
Real Madrid sumó 68 puntos y sigue como líder de la Liga. Ahora, los merengues se encomendarán a lo que pueda hacer Humberto Suazo y el Zaragoza frente al Barcelona (65 unidades) y así sacarle ventaja a los azulgranas.
