Parreira es pura fe.
Reuters
JOHANNESBURGO.- La selección de Sudáfrica disputa hoy un partido amistoso frente a Jamaica, el último de su concentración en Alemania, que servirá al seleccionador nacional, Carlos Alberto Parreira, para seguir limando defectos y convertir a los 'Bafana' en la revelación del Mundial.
"Tenemos que ser el equipo sorpresa del Mundial", dijo el técnico brasileño, citado hoy por la prensa local, quien desveló alguna de las claves para conseguirlo, la primera de ellas, bajar el balón al césped y moverlo con velocidad.
"Tenemos una forma definida de jugar, que ahora está clara,” añadió el seleccionador, quien exigirá a sus jugadores que defiendan con el balón en los pies, que lo hagan correr y que eviten el cuerpo a cuerpo si quieren hacer algo interesante en el campeonato a partir del próximo 11 de junio.
"No podemos batir a esos equipos en el plano físico. Tenemos que jugar contra ellos con el balón en el suelo. Esta es nuestra gran fortaleza. Eso es en lo que quiero que crean", afirmó.
Sudáfrica forma parte del grupo A, que comparte con México, Francia y Uruguay, y deberá mostrar su mejor fútbol si no quiere convertirse en la primera selección anfitriona de la historia del Mundial que se apea de la competición en primera ronda.
Un fútbol que, para la prensa sudafricana, está muy lejos de conseguir a tenor de los visto en el partido amistoso de la semana pasada frente a Corea del Norte, el cual se saldó con un empate sin goles y sin que los 'Bafana' dieran nunca muestras de poder controlar el partido.
Sudáfrica termina mañana su concentración en Alemania, la segunda de casi tres semanas que realiza en menos de dos meses tras su paso por Brasil, y el próximo 4 de mayo los jugadores volverán a estar concentrados y a las órdenes de Parreira en Johannesburgo.
Aunque de momento no pueda Parreira contar con los jugadores que disputan competiciones europeas, ninguna selección llegará al Mundial con el rodaje de los anfitriones, a los que le esperan al menos otros tres partidos amistosos antes del Mundial para hilar un fútbol que les convierta, como quiere su técnico, en la sorpresa del campeonato.
