Guardiola terminó apurando al árbitro.
Reuters
SANTIAGO.- Parecía otro paseo del Barcelona. Parecía otra de esas noches en que el equipo de Pep Guardiola hacía demasiado fácil algo que a cualquier otro equipo debiese costarle. Parecía que Lionel Messi y compañía llegarían con confianza a definir la Liga. Parecía...
En sólo tres minutos el Sevilla apretó a los catalanes y los terminó acorralando. Aunque finalmente salieron airosos. Lograron un 3 a 2 en el Sánchez Pizjuán donde la banca culé terminó pidiendo la hora y que los deja a una victoria de su segundo título consecutivo.
A los cuatro minutos, Messi ya puso en ventajas al Barsa y a los 27 Bojan logró el 2-0 con que los equipos se fueron a camarines.
Y el Sevilla no reaccionaba y Pedro le clavaba la que parecía la estocada final a los 62'. Pero ahí apareció el temido Sevilla, al que la fanaticada del Real Madrid se encomendaba.
A los 68' Kanoute y tres minutos después Luis Fabiano estrecharon la cuenta y buscaron el empate hasta el final.
Ahora los culés definirán la Liga ante el Valladolid, donde tendrán demostrar que a pesar del tropiezo en la Champions, siguen siendo el mejor equipo del mundo. Y que Guardiola no lleve reloj.