''No hay que creerse el cuento. Pero sé que a mí me dieron un don y voy a aprovecharlo'', dijo el tenista.
Christian Zúñiga, El MercurioSANTIAGO.- Hace una semana las noticias positivas del tenis no las dieron Nicolás Massú ni Fernando González. Tampoco Paul Capdeville ni Jorge Aguilar. Desde Asunción se supo que el equipo chileno sub 16 ganaba el sudamericano de manera invicta y aseguraba su cupo en el Mundial de San Luis de Potosí.
La hazaña aún no se puede comparar a los triunfos conseguidos a nivel junior por Marcelo Ríos o los propios González y Massú. Ni tampoco con el campeonato del mundo que Aguilar junto con Guillermo Hormazábal y Carlos Ríos consiguieron el 2001.
Pero una de las figuras del team nacional empieza a hacer ruido: Jaime Galleguillos, el número uno del país en su categoría. El joven de 14 años aparece como la principal esperanza del tenis chileno. Y eso no lo asusta.
"No me voy a apurar. Quiero hacer un buen año en menores de 18 y empezar a jugar las qualys de los Futuros que se jueguen en Chile. Sé que en unos dos años más ya voy a tener el nivel para compartir la cancha con González y Massú", contó a Emol Galleguillos.
"El próximo año me gustaría terminar entre los 100 o 50 mejores a nivel juvenil, que es una meta totalmente alcanzable. Después ya meterse en el circuito profesional y ojalá poder empezar a compartir con el equipo de Copa Davis", agregó sobre sus próximos objetivos.
No sólo el fútbol se juega en la calle
La historia en el tenis de Jaime Galleguillos comienza en la comuna de La Reina. En la calle Mancera, hace 12 años. Ahí, con su padre, un par de raquetas y pelotas pasaban la tarde paleteando. Nada de redes, zapatillas caras y canchas de arcilla. El asfalto caliente bastaba.
Galleguillos en ese entonces tenía sólo tres años y prácticamente hasta los siete no pisó una cancha. Y tampoco le interesaba mucho. Él prefería el fútbol. Ver jugar a la Universidad de Chile era su pasión; el tenis un simple pasatiempo.
Pero su padre insistió en el tenis y el joven le creyó. Ahora él no se arrepiente: "De chico me gustaba mucho más el fútbol, al tenis no le daba importancia, sólo jugaba para entretenerme. Pero de a poco llegaron los resultados y, con eso, la motivación", recordó el tenista.
Su ídolo y referente es extraño. No es un jugador popular ni de un juego muy vistoso. El británico Andy Murray es quien le quita el sueño a Galleguillos. "Aunque no tengo un gran físico como él, me encanta mover la pelota lo más posible; sin apurarse en los puntos. También me encanta hacer 'cortitas', aunque cada vez se hace más difícil por el nivel de los rivales", dijo.
Este lunes, en la presentación oficial de los campeones sub 14 y sub 16, no dudaron en catalogar a Galleguillos desde la Federación de Tenis como "uno de los jugadores más talentosos desde Marcelo Ríos". A él eso no lo encandila: "No hay que creerse el cuento. Pero sé que a mí me dieron un don y voy a aprovecharlo".