Diego Armando Maradona dio positivo por efedrina en el Mundial de Estados Unidos de 1994.
El Mercurio
JOHANNESBURGO.- La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) puso el foco en los controles antidopaje sorpresivos de jugadores en las semanas previas al inicio del Mundial, con el objetivo de que al menos ocho futbolistas de cada una de las 32 selecciones se sometan a exámenes.
Los equipos han visto desembarcar en sus centros de entrenamiento a especialistas para efectuar los controles, como sucedió en el caso de los franceses durante su preparación previa en los Alpes franceses, a mediados de mayo.
"En relación a la Copa del Mundo precedente, hemos duplicado la cantidad de jugadores sometidos a controles sorpresivos antes de arranque" del torneo, explica Jiri Dvorak, jefe médico de la FIFA.
"Siempre hay discusiones para saber si hacemos controles suficientes o no. Pero para nosotros es lo mismo", acota.
Por el contrario, los controles sanguíneos hicieron su reaparición junto a las pruebas de orina. En 2006, la FIFA había decidido hacer ahorros, juzgando que los test de detección de hormona de crecimiento (basados en un análisis de sangre) no eran demasiado eficaces.
Este año, los controles sorpresivos son más fáciles de realizar, ya que las selecciones tienen obligación de estar localizables, desde el pasado 22 de marzo, entregando información de lugar y hora en que los jugadores pueden ser encontrados para efectuar los tests.
El período de competición arranca para cada equipo 24 horas antes de su primer partido. Y es importante, ya que ciertos estimulantes como el cannabis o la cocaína, que representan la gran mayoría de los controles positivos en el fútbol, no están en la lista de productos prohibidos fuera de competición.
Durante el Mundial, un mínimo de dos jugadores de cada equipo serán controlados después de cada encuentro. Todas las muestras van a ser analizadas en el laboratorio de Bloemfontein, uno de los que está acreditado ante la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), con el apoyo del laboratorio suizo de Lausana.
"Después de 1994 y (el caso) Maradona, no tuvimos un solo positivo, tanto dentro como fuera de la competición" de la Copa del Mundo, recuerda el doctor Dvorak.
"Si Diego Maradona, el dios del fútbol argentino, había dado positivo por efedrina durante la Copa del Mundo de Estados Unidos, un nuevo caso parece hoy poco probable", destaca.
"Pienso que hay que ser muy pero muy tonto para doparse", afirma David Howman, director general de la AMA.
"El mundo entero mira este evento, y nadie tiene ganas de darle vergüenza a su país, ni ser la vergüenza misma. Y en el seno de un equipo, la presión es a veces aún mayor, porque no se quieren hacer las cosas delante de sus compañeros", considera el especialista.
