JOHANNESBURGO.- Pese al cartel de "Cenicienta" con el que llegó a Sudáfrica, la moral está por todo lo alto en el cuartel general de Honduras, donde hay incluso quien piensa en jugar la final del Mundial de fútbol contra Brasil.
"La final será Honduras-Brasil y yo voy a anotar un gol. "Y por qué no?", dijo hoy Edgar Álvarez en el entrenamiento del equipo centroamericano en el Randburg Football Club, a las afueras de Johannesburgo.
El centrocampista del Bari italiano, recuperado ya totalmente de las molestias que sintió en su pierna en el amistoso contra Azerbaiyán, sueña con jugar la final de la Copa del Mundo.
Sin embargo, no se atreve a tanto como para aspirar a levantar el trofeo. "El campeón será Brasil", vaticinó.
El capitán del equipo, Amado Guevara, aseguró que el grupo está "bien emocionalmente y muy unido" después de una larga concentración.
Pero el volante del Motagua de Tegucigalpa prefirió mantener los pies en el suelo y centrarse sólo en su próximo reto, el 16 de junio en Nelspruit contra Chile.
"Estamos muy motivados para el partido contra Chile, aunque sabemos que será muy difícil", dijo. "El grupo está con la mente puesta en Chile".
En la práctica de hoy, de una hora, David Suazo y Wilson Palacios, los dos únicos lesionados del equipo, hicieron ya trabajo con la pelota y parecen evolucionar favorablemente.
Reinaldo Rueda sigue sin dar pistas sobre el once titular que alineará en Nelspruit para el debut mundialista, a la espera de poder recuperar finalmente a sus dos jugadores más importantes.Honduras está encuadrada en el Grupo H del Mundial junto a Chile, España y Suiza.