Dunga junto a sus ''amigos''. El DT ha tenido múltiples problemas con la prensa brasileña.
AFP
JOHANNESBURGO.- La FIFA se manifestó hoy sorprendida al enterarse de los insultos dirigidos por el técnico de Brasil, Dunga, a un reportero de su país durante la rueda de prensa concedida tras la victoria por 3-1 sobre Costa de Marfil que clasificó a los "pentacampeones" a los octavos de final del Mundial.
"Yo no sé nada sobre eso, es la primera vez que escucho algo sobre este tema", afirmó el portavoz de la FIFA, Nicolas Maingot, al ser cuestionado sobre el tema por un reportero del diario "Folha de Sao Paulo".
Maingot no informó si los insultos serán investigados por la FIFA, que en noviembre pasado suspendió por dos meses al entrenador de Argentina, Diego Maradona, a raíz de los insultos dirigidos por el ex astro a los periodistas de su país tras conquistar la sufrida clasificación de la "albiceleste" a Sudáfrica 2010.
A diferencia de lo que ocurrió con Maradona, los insultos de Dunga no fueron proferidos en voz alta, pero pese a ello fueron detectados por los micrófonos. "Burro! Cagón!" dijo el entrenador, mientras miraba directamente a un reportero de la red televisiva brasileña Globo.
El incidente abrió un capítulo más en la larga historia de roces de Dunga con la prensa de su país, con la que mantiene una relación tensa desde hace por lo menos dos décadas, cuando participó como volante en la fracasada campaña de Brasil en el Mundial de Italia 1990, en la que los entonces "tricampeones" fueron eliminados en octavos de final.
Según se afirma en Brasil, la primera pelea abierta ocurrió cuatro años más tarde, en la conquista del "tetracampeonato" en el Mundial de Estados Unidos 1994, cuando fue el capitán de la "seleao".
Medios brasileños aseguran que en esa oportunidad, al alzar la Copa FIFA, Dunga gritó insultos a los reporteros de su país. La relación con la prensa se volvió aún más turbulenta a partir de 2006, cuando Dunga asumió el comando de la "verdeamarela" en lugar del veterano Carlos Alberto Parreira.
Desde ese entonces, las fricciones se han multiplicado y las ruedas de prensa del entrenador se convirtieron en escenario de batallas verbales.
Desde que llegó a Sudáfrica para el Mundial, el entrenador recortó drásticamente las oportunidades de contacto de la prensa con sus jugadores y realizó por lo menos tres entrenamientos cerrados.
Además, en la víspera del partido contra Costa de Marfil, acusó a los periodistas de su país de "inventar" problemas de lesiones en su plantel y les recomendó "pedir disculpas a la hinchada brasileña".
