KIMBERLEY.- Oscar Washington Tabárez, técnico de Uruguay, se negó este jueves a dar el once titular que se enfrentará el sábado a Corea del Sur en los octavos de final del Mundial de Sudáfrica, incumpliendo su costumbre de brindarlo 48 horas antes de cada partido.
"Es falta de información, no es inseguridad", dijo al borde del mal humor el entrenador uruguayo, que justificó su decisión por ser "el plazo más corto que tenemos de partido a partido desde que empezó el Mundial".
Uruguay jugó el martes ante México, encuentro en el que el mediocampista por la izquierda, Álvaro Pereira, titular en los tres choques disputados por la "celeste", se vio afectado por un problema muscular en la cara posterior del muslo derecho.
Pese a que la dolencia no fue tan grave como para ser diagnosticada con una ecografía, la recuperación óptima del jugador del Porto está pendiente. "Están en condiciones los 23 jugadores. Falta saber todavía el grado de recuperación de los futbolistas que han hecho el partido", puntualizó Tabárez, que de todas maneras señaló que se va a basar en lo que está haciendo hasta el momento.
"El Maestro" volvió a resaltar la "velocidad" y "resistencia física" de los coreanos, cualidades que están dentro "de lo que pide el fútbol de hoy en respuesta física", pero observó un punto débil pese a catalogarlo como un combinado "muy peligroso".
"En todos los partidos se ha mostrado mejor en ataque que en defensa", dijo el seleccionador, que mostrará "un compacto (de imágenes de partidos de Corea del Sur) para mostrarle a los futbolistas, sobre todo de las virtudes del equipo rival y los puntos a poner más atención".
Uruguay viajará mañana desde Kimberley, donde hoy entrenó jugadas de estrategia a puertas cerradas, hacia Port Elizabeth, escenario del encuentro.
Tabárez no lamentó que la FIFA haya prohibido el reconocimiento del campo de juego del estadio Nelson Mandela por su deficiente estado. "Considerando el estado en el que estaba cuando jugaron Inglaterra-Eslovenia (el miércoles), mejor no utilizarla. No es determinante".
El técnico prefirió no opinar sobre el probable cruce de cuartos de final, en el que debería enfrentar al ganador de Estados Unidos-Ghana, dos rivales que por nombre e historia están lejos de otros que podrían haberle tocado a Uruguay como Inglaterra o Alemania.
"Por una cuestión de estilo y hasta de cábala no queremos hablar de nada hasta que termine el partido con Corea. Los resultados son dos: o que enfrentemos a uno de ellos o que nos volvamos a casa. Haremos todo lo posible para lograr lo primero y evitar lo segundo", advirtió.
