Aguilar mostró un buen tenis desde fondo de cancha, a años luz del juego de Capdville ayer ante Hájek.
El Mercurio
COQUIMBO.- El sueño por conquistar la Ensaladera de Plata se acabó. Chile cayó en el dobles ante República Checa y de esta forma cerró una serie negra en, quizás, la mejor oportunidad en los últimos años para llegar a la final de la Copa Davis tras casi cuatro décadas.
En el punto que definió todo, Nicolás Massú y Jorge Aguilar no pudieron ante Lukas Dlouhy y Jan Hájek, y se inclinaron por 7-6(3), 6-3, 3-6 y 6-3 en dos horas y 57 minutos de tenis.
Si hay que buscar un consuelo, podríamos decir que en este partido, a diferencia de los singles de ayer, se peleó. Y además se jugó, a ratos, un buen tenis.
La primera manga sólo se definió en el tiebreak, pero antes Chile estuvo 5-3 arriba con su saque, pero los checos lograron reponerse para estirar todo y llevarse finalmente el parcia con un 7-3 en el desempate.
El segundo acto fue menos parejo. Los europeos consiguieron un break en el octavo juego y tras cartón estuvieron sólidos con su saque para llevarse el set.
En el parcial siguiente, los chilenos levantaron su nivel. Y de la misma forma que los checos, con un sólo rompimiento, estrecharon la cuenta.
Sin embargo, en el último set, Hájek y Dlouhy no se dejaron amedrentar por el poco público que llegó al Enjoy Tennis Center de Coquimbo y cerraron el paso de su país a semifinales de la Davis. Ahí se medirán al vencedor de la llave entre Serbia y Croacia.
La jornada de mañana será solamente para cumplir. Seguramente Hans Gildemeister (ahora sí, cuando ya no vale nada) hará jugar a Aguilar y además se produciría el debut de Cristóbal Saavedra.
