Después del escándalo que desató Anelka con su expulsión de la selección, volvió a hablar con la prensa y no fue para pedir disculpas.
AFPPARÍS.- El internacional francés Nicolas Anelka, cuya expulsión de la selección gala durante el Mundial 2010 por haber insultado al entrenador Raymond Domenech, fue el detonante de varios escándalos, aseguró este jueves a la prensa que la situación era tensa y que "por algún lado tenía que estallar".
"Si no hubiera sido yo quién hubiera desencadenado la crisis, hubiera sido otro", dijo el atacante del Chelsea, que hablaba por primera vez en la prensa, en declaraciones al periódico France-Soir, sobre la actuación catastrófica y llena de escándalos de los "Bleus" en Sudáfrica.
El pasado 20 de junio, tras la expulsión de Anelka, los jugadores se negaron a entrenar y dos días después se despidieron del Mundial con una derrota contra Sudáfrica por 2-1.
"Todos, y quiero decir absolutamente todos, fuimos solidarios. Si hubo jugadores que querían entrenarse que hablen ahora, pero estoy seguro ciento por ciento que nadie la hará", añadió Anelka.
Francia, que había sido campeona del mundo en 1998 y finalista en 2006, tuvo un recorrido desastroso en el Mundial de Sudáfrica, que se convirtió en una tormenta mediática en el país en la que también intervinieron varios políticos, incluyendo al presidente Nicolas Sarkozy.