El partido de la U ante Alianza de Lima en Santiago terminó con escándalo.
Carlos Catalán, El Mercurio
SANTIAGO.- Ayer Marcelo Salas decía que la actual Universidad de Chile no lo convencía. Que sólo
le llenaban sus resultados , que no era como anteriores equipos.
Si bien el juego de la escuadra de Gerardo Pelusso no ha sido vistoso, su actuación en la
Copa Libertadores lo sostiene. Los azules se mantienen invictos en la competencia con un gran rendimiento de visita, el mejor del certamen.
Pero donde tiene una deuda el equipo del DT uruguayo es como local. Ahí ha sufrido. Sin ir más lejos en octavos y cuartos de final no ganó sus encuentros en casa. Ante Alianza de Lima empató en el último minuto y frente a Flamengo perdió.
De no haber sido por sus sólidos resultados fuera de Chile no estaría en esta fase del torneo. A peruanos y brasileños los venció en la ida, lo que le sirvió para avanzar.
La historia
ante Chivas es distinta, porque llega sólo con un empate. O sea, si se diera alguno de los resultados de las anteriores llaves, la U se despediría de la Libertadores.
Por eso, la tarea del conjunto laico no es menor en el Estadio Nacional. Debe mejorar su rendimiento como anfitrión, porque un paso en falso los puede dejar fuera.
Tienen la primera opción, pero eso no es suficiente al revisar el nivel de los azules en casa. Uno de los principales errores de la U en las anteriores llaves fue dormirse, entregar el dominio de la pelota al rival. Eso le puede costar caro ante Chivas que tiene buen manejo de pelota.
La U no debe salir a especular, no entregar la iniciativa, debe hacerse sentir de local. Por lo menos 37 mil hinchas estarán ahí para ayudarlos...
