BERLIN.- Jan Ullrich, campeón del Tour de France en 1997, vivió hoy un "viernes negro" en el que combinó una derrota judicial con la admisión de que debe someterse a una terapia psicológica.
Un tribunal en Hamburgo rechazó una demanda que el alemán, campeón olímpico de Sydney 2000 y ganador de la Vuelta a España 1999, había interpuesto para evitar ser relacionado con la red del cuestionado médico español Eufemiano Fuentes.
Prácticamente al mismo tiempo, Ullrich confirmaba en su página en Internet (
www.janullrich.de) que está enfermo, afectado por un "burn-out" (síndrome de desgaste) que lo obligó "a cancelar toda actividad pública".
Hace meses que practicamente no se ve en público al alemán."Ruego a todos que respeten mi intimidad", agregó en su mensaje Ullrich, que anunció que se someterá a "una terapia de recuperación a largo plazo".
El alemán se retiró del ciclismo activo hace tres años envuelto en una polémica sobre doping sistemático.
La Audiencia Regional de Hamburgo desestimó la demanda que Ullrich había presentado contra el investigador Werner Franke, uno de los máximos expertos en la lucha contra el doping. Ullrich pretendía que se le prohibiera a Franke aseverar que había girado determinadas sumas de dinero para pagar sus regulares visitas a Fuentes.
En primera instancia, Ullrich había ganado la batalla legal pero Franke apeló aquella decisión y la Audiencia corrigió hoy el veredicto. Franke afirma desde hace años que Ullrich le pagó por lo menos 35.000 euros (unos 45.000 dólares) a Fuentes. Ullrich jura no haberlo hecho. La corte estableció en su sentencia de hoy que las afirmaciones del biólogo molecular Franke "gozan de credibilidad".
Ullrich fue denunciado como uno de los clientes de Fuentes, cuya red fue investigada por la Justicia española en la llamada "Operación Puerto". El ciclista alemán de mayor éxito nunca dio positivo en los controles antidoping y siempre afirmó ser inocente de todas las sospechas en su contra.
En 2008, Ullrich evitó ser acusado formalmente por la fiscalía en Bonn, que lo involucraba en una fraude deportivo por haber manipulado su rendimiento con sustancias dopantes.
Las partes llegaron a un acuerdo y Ullrich pagó una multa de 250.000 euros a una institución benéfica.En aquel entonces, el fiscal Fred Apostel dijo en una entrevista con la agencia dpa que las investigaciones de la justicia comprobaban fehacientemente que "Ullrich se dopó".
La prueba más clara en la que se basó la justicia fue un análisis genético de Ullrich, idéntico al de pruebas sanguíneas encontradas en el consultorio de Fuentes.