Vea aquí fotos del duelo MUNICH.- Bayern Múnich y Real Madrid empataron hoy a cero goles en un partido amistoso de pretemporada en el que se revivió, con un nivel aceptable, uno de los grandes clásicos del fútbol europeo.
La "Copa Franz Beckenbauer" que estaba en juego, en honor a la histórica figura del Bayern Múnich que fue capitán, entrenador, presidente y titular del consejo de administración, quedó en manos del Real Madrid en la definición por penales por 4-2, tras parar el mundialista Iker Casillas los disparos de Hamit Altintop y Edson Braafheid.
Fue un amistoso con dos presentaciones y muchos reencuentros. Real Madrid hizo debutar a sus dos recientes adquisiciones, el alemán Sami Khedira y el central portugués Ricardo Carvalho.
Los reencuentros fueron marcados por el de los entrenadores Louis Van Gaal y su antiguo asistente en el Barcelona, José Mourinho, y de de los finalistas del pasado Mundial entre españoles y holandeses, como Iker Casillas, Xabi Alonso y Sergio Ramos por un lado, y Mark van Bommel y Edson Brafheid por el otro.
También hubo apuestas insólitas, rallana a la provocación, como la de Van Gaal de hacer debutar al juvenil Nico Jlich, en su primer partido como profesional marcando nada menos que a Cristiano Ronaldo. El portugués estuvo opaco, salvo dos o tres destellos de su capacidad. Van Gaal redobló la apuesta juvenil poniendo en la segunda parte a otro desconocido, el volante Maximilian Haas, y al portero suplente Thomas Kraft.
La gran figura del encuentro fue "San Iker" Casillas, que en la primera parte salvó a su equipo de una goleada, con cinco paradones, aparte de los penales que detuvo en la definición final.
El primer de ellos al minuto 8', cuando le detuvo un penal al central Holger Badstuber, tras una falta de Ramos sobre Franck Ribéry. Después frustró dos situaciones claras de gol de Ribéry, una de Mller, otra de Klose, todas en la primera parte, la más entretenida de ambas.
El Real Madrid se estabilizó en la segunda parte a medida de que los nuevos Khedira y Carvalho se iban asentando y después del cambio de centrales, cuando Raúl Albiol entró por el lesionado Ezquiel Garay.
Al final, Real Madrid rescató el empate y se impuso en la lotería de los penales, arruinándole la fiesta a Beckenbauer, en un partido declarado oficialmente como su despedida, atrasada tres décadas después de que se fuera del club de sus amores para irse a jugar al Cosmos de Nueva York. Pero además, fue un reconocimiento para toda su trayectoria para el club, del cual es hoy el presidente honorario.
