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Porto Alegre se viste de rojo y se llena de confianza en la previa a la final de la Libertadores

La fanaticada de Internacional ya se acerca a los alrededores del estadio Beira Rio y desean con ansias el título que los deje igualados con Gremio, su archirrival.

18 de Agosto de 2010 | 15:27 | Por José Pablo Harz, enviado especial a Porto Alegre
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Hinchas de Internacional de Porto Alegre permanecen a las afueras del estadio Beira Rio, con la esperanza de sumar su segunda Copa Libertadores.

EFE

PORTO ALEGRE.- Los hinchas de Gremio se esconden en Porto Alegre. Es que su archirival, Internacional, está a sólo horas de entrar a la cancha para buscar su segundo titulo de Copa Libertadores.


Las camisetas rojas repletan las calles del estado Gaúcho. Todo es confianza. La victoria por 2-1 sobre Chivas conseguida en México tiene a los hinchas del “Colorado” con el ánimo de punta.


Para ellos esta no es una final más. Hoy tendrán la oportunidad de igualar al Gremio en número de Libertadores, consiguiendo su segunda luego de la edición 2006 cuando derrotaron a Sao Paulo.


Por eso, cuando aún faltan varias horas para el inicio del partido la “torcida” del Inter ya está apostada en las afueras del estadio Beira Rio, que desde las 20:50 horas de Chile albergará a más de 55 mil espectadores.


“Vamos a ganar 2-0 y celebraremos toda la noche con cervezas”, dice Joao a Emol, un hincha que admite que este título se disfrutará más que el anterior porque “los de Gremio tendrán que cerrar la boca”.


Vitório Piffero, presidente del Inter, recordó en la previa al “gol iluminado” de Elías Figueroa en la final del Brasileirao 1975. Aunque claro, él se conforma con una deifnición mucho menos mágica que esa.


“Da igual que el gol sea en el primer minuto o en el último. Nosotros nos conformamos con una victoria por 1-0 y la calidad de la anotación pasa, sin duda, a segundo plano”, afirma el mandamás del club brasileño.


Esta noche en Porto Alegre sin duda alguien celebrará. Si gana el Inter el carnaval se desatará en las calles, pero si pierden, los pocos hinchas de Chivas tendrán una gran compañía: los fanáticos de Gremio.