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Las lesiones de Fernando González terminan con 14 años de gloria en el tenis chileno

En 1995 Marcelo Ríos comenzó una senda de triunfos, que continuada por Massú y González, tiene una casi segura fecha de expiración en dos meses.

15 de Septiembre de 2010 | 10:45 | Por José Pablo Harz, Emol
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Massú, González y Ríos: 35 títulos repartidos en 14 años de puro éxito.

AP

SANTIAGO.- En mayo 1995 un joven de 19 años cortó una pésima racha de 13 años sin títulos para el tenis chileno en el circuito de la ATP.

Marcelo Ríos venció en la final de Bologna al uruguayo Marcelo Filippini y fue el primer nacional en levantar una copa en el circuito profesional tras las obtenidas por Hans Gildemeister y Jaime Fillol en 1982.

De ahí en más, y con la aparición de Nicolás Massú y Fernando González, comenzó una época dorada para el tenis nacional. Una era donde se obtuvieron 35 títulos (incluidos 5 Masters 1000 y una medalla de oro en los JJ.OO. de 2004).

Además, desde el triunfo de Ríos en Italia entre los tres se las arreglaron para, a lo menos, levantar una copa al año en torneos ATP, imagen que no se ve desde Viña del Mar 2009.

Ahora, considerando que sólo quedan ocho semanas de torneos en el circuito, y que lo más probable es que González no vuelva a jugar en el año por sus problemas en las rodillas y cadera, las chances de mantener esa racha son bajísimas.

Massú tendría que sorprender al mundo, ya que con su ranking actual (123°) le es muy difícil ingresar a torneos grandes y hace un tiempo que está deambulando por challengers.

Si Jorge Aguilar o Paul Capdeville lo logran, la sorpresa sería aún mayor: ninguno de los dos, hasta el momento, registra títulos, y su actual nivel hace pensar que difícilmente variarán esa condición de aquí a dos meses.  

Sumemos a la falta de títulos otra marca que se rompe. Otro hito que demuestra la caída (casi) definitiva de la mejor generación en la historia del tenis chileno.

Desde noviembre de 2001, cuando Ríos apareció como el 40° del mundo, fueron prácticamente nueve años seguidos en que algún representante nacional estuvo dentro de los mejores cuarenta del mundo. Con la abrupta caída de González en el ranking (que lo dejó 44°) eso se quebró.

Ahora hay que esperar (y rezar) que no tengan que pasar otros 13 años para que algún chileno aparezca y rompa el maleficio que recién comienza.  

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