Mancilla no aguantó más los insultos.
EFESANTIAGO.- Héctor Mancilla vivió ayer un día para el olvido en México. Resulta que cuando fue reemplazado a los 74 minutos por Emmanuel Cerda, en el duelo ante Islanders por la Liga de Campeones de la Concacaf, el chileno fue pifeado por la fanaticada del Toluca por su falta de precisión a la hora de definir.
Al ex Huachipato y Colo Colo eso no le gustó nada y respondió con un gesto inconfundible y que no tiene otra interpretación que un insulto: levantó el dedo medio y se lo enrostró a los hinchas.
Y el goleador sacó la voz. En su sitio web habló y explicó el incidente que le valió el repudio de la fanaticada roja.
"Mi entrevero fue con un hincha en particular que sistemáticamente y durante las últimas fechas se ha dedicado a insultarme sin respeto por mi condición de futbolista y también de padre de familia. Mi gesto de anoche fue precisamente en contra de él, cansado de sus ofensas y malos tratos, desde mi punto de vista, injustificados", dice el jugador en su página.
Siguió: "En ningún caso, el gesto tuvo como objetivo los hinchas del Toluca, a quienes sólo les debo agradecimiento y respeto. Si alguien creyó que mi accionar fue generalizado para todo el público presente en el Nemesio Diez, pido me disculpen, pero en ningún caso busqué dañar a la gente con la que he cultivado una relación de afecto y respeto mutuo".
Pero el "Purranquino" se arrepiente. "Pese a que la persona en cuestión me insultó permanentemente, creo que nada justifica mi reacción hacia él, pues primero que todo soy profesional del fútbol y debo saber controlar mis emociones. Sin embargo, quiero decir que como persona que soy, también suelo equivocarme y responder de modos que no son los lógicos en relación a mi imagen deportiva"