El seleccionado peruano del Hamburgo no lo está pasando nada de bien el Alemania.
Reuters
HAMBURGO.- El delantero y seleccionado peruano del Hamburgo Paolo Guerrero podría evitar un juicio público y una condena de prisión si se aviene a un arreglo extrajudicial con el hincha que agredió con un botellazo en abril, señala este jueves la prensa hamburguesa.
De acuerdo con la información, el jugador peruano podría pagar varias decenas de miles de euros y cerrar el capítulo que ya le costó multas por 80.000 euros y la suspensión por cinco fechas la temporada pasada.
El futbolista, de 26 años, arrojó una botella de plástico llena de agua en plena cara y desde corta distancia a un hincha que lo había insultado después de un empate sin goles contra el Hannover el 4 de abril pasado.
"Guerrero, hijo de puta!" y "Jugaste como la mierda, vete a Perú!", fueron algunos de los improperios que le lanzó el aficionado Axel Z., de 38 años, desde una de las butacas preferenciales del estadio hamburgués, muy cercana a la salida hacia los vestuarios.
Según la fiscalía, la víctima sufrió una conmoción cerebral además de una contusión y tuvo posteriormente náuseas y dolores de cabeza como consecuencia del botellazo.
Guerrero fue sancionado con una suspensión por cinco fechas y tuvo que pagar una multa de 20.000 euros (26.700 dólares) a la Federación Alemana de Fútbol y de 60.000 euros al club, que los donó a un proyecto benéfico para niños.
"Por supuesto que fue una conducta errónea que lamento profundamente", sostuvo el futbolista. "Pero me estaba yendo de la cancha muy frustrado porque no me sentía en forma después de la larga pausa por lesión".
El jugador enfrenta ahora más sanciones al abrir expediente en su contra la fiscalía de Hamburgo por lesión corporal peligrosa, que le podría valer una pena de cárcel de entre seis meses y diez años.
Un portavoz judicial en Hamburgo confirmó que el juicio tendrá lugar en los próximos 15 días. Se cree improbable, sin embargo, que el juicio termine con condena a prisión.
La fiscalía dispuso una resolución sancionadora mediante la cual el futbolista podría haber puesto punto final al asunto con el pago de una elevada indemnización.
Sin embargo, los abogados presentaron recurso a la espera de que la sanción sea menos costosa. Para el jugador, la apelación tiene la desventaja que lo obliga a ir a juicio oral y público. Todavía tiene tiempo para aceptar la propuesta de la fiscalía.