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"Forrest Gump" en Chile: La historia del hombre que dio una vuelta al mundo corriendo

Hal Koerner con 34 años ha recorrido más de 50 mil kilómetros con sus pies y todavía no se cansa. Aquí, la inagotable vida de un hombre que corre para vivir y vive para correr.

16 de Octubre de 2010 | 13:11 | Por José Pablo Harz, Emol
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Koerner puede llevar cinco horas corriendo, pero la sonrisa de la cara difícilmente se le borrará.

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SANTIAGO.- Hal Koerner lleva cinco horas corriendo en la montaña. Su cuerpo, acalambrado en varios puntos, se resiste a seguir, y si no hace algo rápido su mente también se rendirá. Saca su Ipod, se pone los audífonos y va directo a la lista de "relajados". Apreta play y comienza a sonar Bob Marley. Todo se reactiva. Sus piernas vuelven a ponerse una delante de la otra. Izquierda, derecha, izquierda, derecha...

Koerner, que correrá este sábado la The North Face Ultramaratón de Los Andes, es un famoso runner estadounidense, pero no uno cualquiera. A sus 34 años no le atrae correr 5, 10, 20 ni 50 kilómetros. Él va por los 80, los 100 y hasta por los 161 km. Algo así como correr desde Santiago a La Ligua con subidas y bajadas constantes.

"Definitivamente no es normal correr así. Se necesita mucho entrenamiento. Hay que estar en muchas carreras antes de saber como tu cuerpo se va a comportar en dicha distancia", cuenta a Emol el atleta.

Porque claro, antes de lograr terminar una carrera con la ayuda del rey del reggae, y además ganarla, Koerner sufrió. Vomitó y se acalambró hasta el punto de no poder caminar.

"A los 22 años corrí mis primeros 100 kilómetros en Washington. Hasta la primera mitad estaba todo bien, incluso iba ganado; después fue imposible. Al final, estaba destruido, no me podía mover. Entre mi papá y un amigo me tuvieron que tomar en brazos para llevarme al hotel", recuerda Hal.

La vuelta al mundo en un millón de pasos

En la actualidad Koerner participa en unas 10 carreras (de las de sobre 80 km.) al año. El resto del tiempo se dedica a su tienda sobre artículos de running y a entrenar para sus próximos desafíos.

Pero antes corría mucho más. "Hubo una vez que llegué a correr 50 millas (80 km.) al día durante 10 días seguidos. Además llegaba a participar en unas 20 competencias al año", dice Hal.

Entre tantos pasos dados Hal conoció a Caroline, su esposa. Ella en principio era sólo una aficionada de las corridas, pero con Koerner al lado ya debutó en las ligas mayores. Incluso, a Chile vino a competir contra su marido en la Ultramaratón de Los Andes.

Además, Koerner calcula que en su vida ha recorrido casi 50 mil kilómetros, lo que significa dar una vuelta y media alrededor del planeta. Y eso, que sólo conoce Hong Kong, parte de Europa y Canadá. "Ahora que estoy en Chile me gustaría ir a Perú, a Machu Picchu, y recorrer lo más posible", revela el corredor extremo.

Corre, Hal, corre

Koerner nació en un pequeño pueblo a las afueras de Colorado, una zona muy montañosa. Ahí no se practica fútbol, básquetbol ni baseball; lo que la lleva es el ski. Y a eso se dedicaba Hal en invierno; en verano se metía a las montañas a trotar con su padre, un reconocido maratonista de la zona. 

Pero no sólo corría en las alturas. Pasaron los años, y sus vecinos, de tanto verlo pasar una y otra vez enfrente de sus casas con sus shorts cortos y su evidente barba, no se demoraron mucho en llamarlo "Forrest Gump". 'Corre, Hal, corre', le decían cada vez que lo veían.

- Hal, en la película el personaje que interpreta Tom Hanks en un momento simplemente se cansa y deja de correr. ¿Cuánto falta para que a tí te pase lo mismo?

Siempre hay momentos en que he pensado en retirarme. Pero lo que me abre los ojos y lo que me da ganas de seguir es que me quedan muchos lugares por conocer. Al final esto es parte de tu identidad, así que no es llegar y dejarlo. Además es lo que amo. Y quiero seguir ligado al running toda mi vida. Me imagino y me encantaría verme corriendo hasta los 80 años por lo menos.