Real Madrid lidera el Grupo G de la Champions con tres triunfos en igual número de partidos.
APMADRID.- El Real Madrid envió este martes un nuevo mensaje de autoridad al ganar por 2-0 al Milan sin la necesidad de hacer su mejor partido, agarrándose a la imagen de solidez que viene transmitiendo en las últimas semanas.
El equipo blanco logró los goles en el arranque del partido, anotados por Cristiano Ronaldo y Mesu zil, ambos con la colaboración de la defensa del Milan.
Con esta victoria, los merengues mandan en el Grupo G de la Liga de Campeones gracias a sus nueve puntos en tres partidos, y tiene encarrilado su pase a los octavos de final.
Pocas cosas fueron normales en la primera parte. Primero, porque el Real Madrid hizo dos goles antes de los 12 minutos. Segundo, porque el Milan dominó a los locales durante mucho tiempo. Tercero, porque los dos equipos sufrieron sin el balón. Y, finalmente, porque nadie atacó ni defendió bien.
Cualquier análisis táctico queda lastrado por el arranque huracanado del Real Madrid, que a los 11 minutos celebró su primer gol. Fue en una falta cerca de la frontal del área, con un disparo de Cristiano Ronaldo, una barrera que se abre y un balón que se estrella en la red.
Y un minuto después, con el Milan todavía pensando en el desastre de la barrera, llegó el segundo gol de los locales. El equipo italiano se quedó enganchado en defensa y Mesut zil remató desde cerca. El balón golpeó en Bonera y lo que se vio después es al arquero Amelia buscando el balón en la red.
La hinchada del Real Madrid se frotaba los ojos y se aprestaba a ver una avalancha de su equipo. Pero no, ni mucho menos. El conjunto de Mourinho no acabó de entender el arte de defender con el balón y el Milan pasó a dominar.
Aunque el equipo italiano tampoco exigió, principalmente porque tiene muchos jugadores -Ronaldinho, Pirlo, Gattuso o Seedorf- que vieron pasar sus mejores días. Aun así, a Pirlo le alcanzó para exigir a Casillas en un lanzamiento de falta y Seedorf mandó alto en otra gran ocasión.
Mejoró el Real Madrid en el tramo final de la primera parte, cuando volvió a encontrar el balón. Amelia, el arquero novato del Milan, realizó un par de intervenciones y la hinchada blanca saludó el descanso con mejor gusto en el paladar.
Esa sensación ya se mantuvo hasta el final del encuentro porque el Real Madrid fue el gran dominador de la segunda parte ante un Milan achacoso. Al equipo italiano se le han echado encima los años y no lo puede disimular.
El Real Madrid vivió del protagonismo que adquirió Xabi Alonso, lo que es sinónimo de manejar bien el balón. No es que fuera una avalancha, pero el equipo blanco sí se hizo acreedor a la goleada. Si no lo consiguió fue por la noche aciaga de los argentinos Higuaín y Di María.
Tampoco estuvo afortunado Cristiano Ronaldo a los 70 minutos, cuando Marcelo realizó una espectacular arrancada y dejó para que el portugués enviara fuera un remate de lo más sencillo.Por lo demás, la otra gran noticia del partido la dejó Robinho a los 70 minutos.
El brasileño regresaba a la que una vez fue su casa y el estadio Santiago Bernabéu fue inmisericorde. Hacía años que no se escuchaba una sinfonía de abucheos tan apabullante. Robinho sustituyó a Ronaldinho, quien se fue del partido como lo jugó: andando. Algo parecido a lo que sucedió con Zlatan Ibrahimovic, un náufrago en el ataque del Milan, si es que éste existió.
El Real Madrid perdonó la goleada y venció con autoridad sin la necesidad de realizar un gran partido. Sigue pisando fuerte en Europa, enviando mensajes de liderazgo, y eso lo celebra una hinchada que disfruta incluso cuando no hay un gran espectáculo.