SANTIAGO.- La mayoría querría que la despedida de Marcelo Bielsa fuese distinta. Prácticamente todos los chilenos piden que el rosarino permanezca al mando de la selección. Pero está claro, la decisión está tomada. No hay vuelta atrás.
Esta noche (20:45 horas) los hinchas que lleguen hasta el estadio Monumental podrán contar que fueron testigos del último partido del argentino al mando de la "Roja".
Y el rival para una ocasión tan importante es perfecto: Uruguay. Los charrúas vienen de quedar cuartos en Sudáfrica 2010 y en su plantel traen al mejor jugador de ese certamen, Diego Forlán.
Aunque más allá del adversario y de las ganas de los jugadores chilenos por afrontar el partido con total profesionalismo, el duelo se vivirá en un ambiente enrarecido por la efervescencia de la fanaticada chilena tras las elecciones de la ANFP.
Claro está que Jorge Segovia es resistido por la gran mayoría, y según se dice
en las redes sociales de internet, la parcialidad nacional se lo hará sentir.
En el plano futbolístico, Bielsa prepara a lo mejor que tiene a su disposición y planea mandar a la cancha de Macul un 4-3-3.
Así, Chile saldría con Claudio Bravo en el arco; Mauricio Isla, Gary Medel, Waldo Ponce y Arturo Vidal en defensa; Carlos Carmona, Jean Beausejour y Pedro Morales en el medio; y Alexis Sánchez, Humberto Suazo con Mark González en ataque.
En tanto, Óscar Washington Tabárez alinearía a Fernando Muslera en el pórtico; Jorge Fucile, Martín Cáceres, Diego Lugano y Maximiliano Pereira en defensa; Sebastián Eguren, Walter Gargano, Edison Cavani y Álvaro Pereira como volantes; y Luis Suárez con Diego Forlán en delantera.
Serán cerca de 25 mil personas los que aplaudirán al argentino, abuchearán al español y vivirán una jornada que desde ya es histórica: se va uno de los técnicos más exitosos del fútbol chileno. En Pedrero se escribirá la última página de su historia.
