El crudo ambiente de resignación que se vive en Colo Colo

SANTIAGO.- La escena era clara. El plantel de Colo Colo realizaba la práctica matutina enfrentando a un equipo de juveniles. En la mitad del terreno estaba Arturo Sanhueza, pero no adentro de la cancha. Estaba solo, como buscando qué hacer.

El otrora capitán observó todo el entrenamiento desde ahí. Sentado en el banco, justo en la “línea del Ecuador” del gramado número dos del estadio Monumental. Realizó sólo trabajo reducido y un desabrido fútbol-tenis, lo que terminó por confirmar el total distanciamiento con Diego Cagna quien prefirió utilizar a Luis Pavez en desmedro del volante. Exactamente lo mismo pasaría el domingo ante Universidad de Concepción.

Su cara, larga, de pocos amigos, también se veía reflejada en varios de los jugadores albos que tienen claro el por qué de esta incomoda situación.

"Perder un campeonato está siempre dentro de las posibilidades de todos los equipos, pero de la manera que nosotros lo estamos perdiendo, eso es lo que más duele. Tuvimos una ventaja considerable, tuvimos partido de local que era vital poder ganar, y ahí no tuvimos la capacidad de sacarlos adelante. Hay que ser sinceros, los partidos que ganamos o empatamos fue con lo justo", sentenció Rodrigo Millar.

Si bien no hay mucha claridad en torno a qué es lo que se viene en el futuro del cuerpo técnico y los jugadores de Colo Colo, sí es evidente que los cambios están ad portas de concretarse, como la eventual salida de los históricos albos como Arturo Sanhueza, Miguel Riffo, Luis Mena y Rodrigo Meléndez.

La conversación que mantuvo el presidente de Blanco y Negro, Guillermo Mackenna, con Rodrigo Millar después de la práctica y rumbo a camarines, refleja quizás los ánimos que vive Colo Colo: de sacar cuentas y cosas más en sucio que en limpio.

Los hinchas también tienen claro que el campeonato está perdido y así se lo hacen saber a Millar, que dentro de todos los jugadores es uno de los más rescatables del torneo. "Con la frente en alto ‘Chino’", le gritan; el volante contesta son un tenue gesto, casi resignado.

El paso desde la cancha de entrenamientos a los vestuarios fue un devenir de jugadores cabizbajos y silentes. Arturo Sanhueza, quizás el más esperado por la prensa, sólo saludó e ingresó a camarines sin dar declaración alguna. Como ha sido la tónica en el último tiempo. Sin duda, el capitán está herido.