La montaña rusa que vivió Católica para terminar levantando la copa

SANTIAGO.- Hasta hoy muchos jugadores de Universidad Católica deben haber soñado más de alguna vez con la siguiente sucesión de imágenes: Esteban Paredes recibiendo de espaldas; girando; sacándose a David Henríquez; tirándole un túnel a Hans Martínez; definiendo abajo ante la salida de Paulo Garcés; celebrando el golazo; levantando la copa.

Eso pasó hace exactamente 361 días. El 9 de diciembre de 2009 cuando una irreconocible UC cayó en la final ante Colo Colo. Pero de eso casi un año. Ahora la tortilla se dio vuelta y los cruzados son los campeones, pero para llegar ahí, debieron subirse a una verdadera montaña rusa. Estuvieron abajo, arriba, volvieron a bajar, dieron vueltas, pero terminaron alzando el trofeo de campeón.

Todo empezó el 30 de enero del 2010 cuando el DT Marco Antonio Figueroa mandó a la cancha a Toselli; Valenzuela, Fuentes, Henríquez, Mena; Silva, Ormeño, Toloza, Mirosevic, Morales y Mannara. Ese día, a pesar de quedar con dos hombres menos en el primer tiempo, se le ganó a Palestino en la 2ª fecha, tras haberse aplazado la primera.

Desde ahí y hasta mayo, Católica vivió tranquila. Por lo menos en el Campeonato Nacional. Porque en la Copa Libertadores no tuvo éxito y quedó eliminada en la fase de grupos, donde como local sólo ganó un partido.

Pero el 3 de mayo todo cambió. Jaime Estévez asumió como presidente de Cruzados SADP e inmediatamente se notaron los roces con Figueroa. Ahí, además terminó la primera parte del año, ya que tras vencer a la U el 9 de ese mes, se paró el torneo por el Mundial. Tras esos casi dos meses, nada volvería a ser igual.

Poco antes de que la UC volviera a las canchas, unas declaraciones del "Fantasma" acerca de los refuerzos, gatillaron su despido. A los tres días, el 10 de julio, Estévez presentaba a Juan Antonio Pizzi en la banca de los cruzados. El argentino tomó el equipo 3° a cinco puntos del líder, Colo Colo.

Ahí también se vivió un recambio enorme en el plantel. Salieron del equipo: Rodrigo Mannara, Juan José Morales, Waldo Ponce, Ismael Fuentes, Leonel Mena y Damián Díaz. Y llegaron: Darío Bottinelli, Rodolfo Arruabarrena, Roberto Gutiérrez, Leandro Díaz, Lucas Pratto y Juan Eluchans.

Pizzi debutó el 18 de julio con un triunfo ante Cobreloa y su primera derrota la sufrió seis partidos después, cuando Cobresal venció a la UC por 3 a 1. A esa altura, los cruzados ya eran escoltas, a dos unidades, de los albos.

Católica siguió con buen ritmo hasta el 17 de octubre. Ahí se vio las caras con Colo Colo. Los albos llegaban con 4 puntos de ventaja y un triunfo, a siete fechas del final, prácticamente les aseguraba el título. Y así fue. El Cacique ganó 3-2 y fue ampliamente superior a su rival. A esa altura, las 7 unidades parecían irremontables.

Pero en ese momento los de Pizzi se transformaron. Pulieron las líneas y ganaron los seis siguientes partidos. Así de simple. Pasaron Ñublense, La Serena, San Felipe, Huachipato, la U y Cobreloa. Por el otro lado Colo Colo se cayó demasiado y con la derrota ante O'Higgins el 28 de noviembre le sirvieron en bandeja de plata el título a los cruzados, que en un mes y medio recortaron toda la diferencia.

Aunque claro, había que dar la estocada final, que incluso con un empate sería letal. Y eso ocurrió este domingo. Ante 15 mil hinchas, la UC enfrentó a Everton e hizo la tarea. Les ganó (de pasó los mandó al descenso) y levantó la copa. Todas las caídas y los tropiezos quedaron atrás. Pizzi y compañía ya tienen su espacio en la historia cruzada.