BUENOS AIRES.- El argentino Diego Buonanotte sigue sufriendo después del accidente que provocó en su vehpiculo y tras el cual fallecieron tres amigos que lo acompañaban.
"Se va a cumplir un año. Fue justo después de Navidad...”, dice con pena a la prensa trasandina el atacante.
“Es muy duro. Pero no queda otra que hacerle frente y tener fe en que todo va a mejorar. Uno se va curtiendo. Antes de volver a jugar, por ejemplo, tenía miedo de lo que podía pasar con los rivales, porque uno cuando entra a la cancha se olvida de todo. Pero me equivoqué: el jugador es muy respetuoso. El que no tiene ningún respeto es el hincha", lanza
uego se va con todo: "Por pagar una entrada se siente con derecho a gritar lo que se le ocurra, a decirte cualquier cosa. Yo ya me acostumbré a que en todas las canchas me griten asesino. No puedo creer que haya gente con tanta maldad. Pero bueno, ya me causa gracia. Al principio me ponía mal, pero ahora me da lo mismo, trato de no darle importancia a esas pelotudeces. Hoy, cuando me gritan, los miro y me río. Qué les voy a contestar".
El relato no se interrumpe. “Lo que pasó fue una tragedia. Y uno lamentablemente tiene que convivir con esta situación. Por eso sigo trabajando con un psicólogo. No es fácil. Son muchos cosas.... Aunque siempre dicen que hay que quedarse con el mejor recuerdo, lamentablemente yo me estoy quedando con el último, con el del accidente. Es así, pero bueno, confío en que la vida me va a dar una segunda oportunidad”.