MONTEVIDEO.- Con la participación de personalidades políticas y figuras del deporte nacional, encabezadas por el campeón mundial de 1950 Alcides Ghiggia, el gobierno uruguayo celebraba el martes los 100 años de la camiseta celeste, que recuperó su brillo tras lograr el cuarto puesto en Sudáfrica 2010.
Asociada tradicionalmente al fútbol, que la consagró mundialmente con los títulos del orbe de 1930 y 1950, la casaca color cielo fue luego adoptada por las otras disciplinas deportivas en Uruguay.
"Pasó mucho tiempo para que otros deportes la adoptaran, pero lo que la hizo emblemática es que fuera celeste, un color bastante original para una camiseta deportiva", dijo el periodista deportivo Franklin Morales, autor de varios libros sobre la historia del fútbol uruguayo.
La camiseta celeste fue estrenada el 15 de agosto de 1910 en Montevideo en un partido contra el tradicional rival uruguayo, el vecino Argentina, en el estadio de Belvedere, por la Copa Lipton, que por entonces disputaban anualmente ambos países.
La decisión de adoptar la camiseta celeste fue en homenaje al club charrúa River Plate, que había utilizado una casaca de ese color cuando había derrotado pocos meses antes al Alumni de Buenos Aires, el mejor equipo argentino de principios del siglo pasado.
Hasta ese momento los equipos nacionales uruguayos habían vestido de azul con una diagonal blanca, de blanco, de azul y blanco con diagonal roja en el pecho o una camiseta albiceleste, igual que la de Argentina, sin un criterio definitivo.
En el partido disputado en Belvedere el equipo uruguayo venció a su par argentino por 3-1 y se quedó con el trofeo, un logro inédito actuando como local.
Desde entonces, la original camiseta se convirtió en el uniforme oficial de una selección que en en la década de 1920 logró dos títulos olímpicos (en París-1924 y Amsterdam-1928) y cuatro sudamericanos, hasta los históricos triunfos en los Mundiales de 1930 en Montevideo y 1950 en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro.