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Santiago: Jueves 25 de abril del 2024 | Actualizado 08:27
Ambos encuentros permitieron que las fundaciones de Federer y Nadal pudieran continuar con sus respectivas labores humanitarias.
EFEMADRID.- Rafael Nadal cerró el año con una victoria, tras vencer al suizo Roger Federer por 7-6 (3), 4-6 y 6-1, en la Caja Mágica de Madrid en el marco del partido "Unidos para la Infancia", que sirvió de broche final a una temporada de ensueño para el español en la cual terminó como número uno del mundo.
El encuentro estuvo marcado por un ambiente muy diferente al que se vivió en la noche del martes en el Hallenstadium de Zúrich, cuando en el "Partido por África", la elegancia, la sobriedad del entorno y también la frialdad del público hicieron del partido, que acabó con victoria del de Basilea por 4-6, 6-3 y 6-3 en una hora y 38 minutos, un acto muy protocolario.
Los 11.442 aficionados madrileños que se dieron cita en la Caja Mágica disfrutaron a placer y se contagiaron del tenis de los dos mejores jugadores del mundo. Esto ya se presagiaba tras la venta de la totalidad de las entradas en tan solo seis horas.
Sobre la pista, que después del partido será dividida en 35.000 pedazos de 13 por 17 centímetros, y vendida a 65 euros la unidad en beneficio de la Fundación Rafa Nadal, se vivieron momentos inauditos en un partido de tenis, como la entrevista que el ex jugador Alberto Berasategui realizó con el juez de silla, el español Enric Molina, en pleno encuentro tras el descanso del noveno juego del primer set.
El show continuó en el descanso de los jugadores, ya que hubo música de actualidad, e intervención de los muñecos Mickey, Minnie, Donald y Goofy en los pasillos, animando al público que terminó haciendo la ola.
Todo, para decorar un encuentro que Nadal ganó, salvando un punto de set en el primer parcial, y que estuvo salpicado con preciosas dejadas de Federer, ataques fulgurantes del suizo, y la clásica garra del español.
El resultado de los dos partidos fue triunfo para cada uno y delante de sus respectivas aficiones, lo que sirvió para dejar contentos a todos los fanáticos. Asimismo, los encuentros permitieron que las fundaciones de Federer y Nadal pudieran continuar con sus respectivas labores humanitarias.
