Todo sobre la final inesperada del Abierto de Australia y sus sorpresivos datos

SANTIAGO.- Hace exactamente tres años que una final de Grand Slam no contaba ni con la presencia de Roger Federer o Rafael Nadal. En esa ocasión, el serbio Novak Djojkovic ganó su primer título mayor frente al francés Jo-Wilfried Tsonga en Australia.

En la final de mañana entre Djokovic y Andy Murray cualquiera puede ganar, pero llama la atención la existencia de algunas coincidencias entre ambos tenistas, que ratifica que no existe un favorito claro para obtener la victoria en Melbourne.

Por ejemplo, que tanto Murray como Djokovic han sido dos veces finalistas de un Grand Slam. El británico lo fue en el US Open 2008 y Australia 2010, mientras que el serbio alcanzó las dos finales en el US Open 2007 y 2010. Eso sí, el balcánico cuenta con un triunfo en la final del Abierto australiano 2008.  

Ambos han llegado a ser número dos del mundo. Murray lo logró después de ganar el Master de Canadá en 2009, mientras que Djokovic llegó al segundo puesto en el ranking ATP, justo hace un año, luego de lograr los cuartos de final en Australia.

Además, tanto el británico como el serbio han logrado seis títulos de Master Series y un título en torneos dobles. Por último, y como si fuera poco, ambos tienen 23 años y miden un metro 90.

A pesar de todas las similitudes, la presión toca más fuerte por el lado de Murray, ya que ha sido calificado como una verdadera "promesa" del tenis británico, y es que desde que comenzó a resaltar en el circuito profesional, los ingleses han mantenido la esperanza de que se convierta en el número uno, o por lo menos obtenga un título en uno de los cuatro Grand Slams, hecho que no sucede desde que el tenista inglés Fred Perry obtuvo el Abierto de los Estados Unidos en 1936.

Por su parte el serbio Djokovic es junto a su par femenino, Ana Ivanovic, la promesa del tenis serbio. "Nole" no sólo ha logrado destacar por su buen tenis en la cancha, sino también por su extrovertida personalidad, sobre todo cuando imita sus colegas.

Los números tres y cinco del mundo, se enfrentarán por octava vez mañana domingo. Hasta el momento la serie la lidera el jugador mejor rankeado 4-3, no obstante, de las dos finales que han jugado, Cincinnati 2008 y Miami 2009, Murray ha triunfado en ambas.

Más allá de las cifras, que pueden asombrar en su parecido, llama la atención que será la primera final desde 2008 sin la presencia de Nadal o Federer. Una final inesperada, que de seguro quien la gane, será un candidato directo a pelear los siguientes Grand Slams del año, y por qué no, anhelar el tan ansiado número uno.