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Los casos más emblemáticos del doping en el deporte chileno

Culpable o no, Arriagada se suma a una lista de nacionales que en su momento lo pasaron pésimo porque su nombre dejó de ser usado para acompañar hazañas y títulos.

05 de Abril de 2011 | 11:04 | Emol
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Arriagada vive el peor momento de su carrera deportiva.

La Segunda

SANTIAGO.- Marco Arriagada se fue encerrando solo. Primero, cuando fue notificado por la federación chilena de haber dado positivo por una sustancia anabolizante (estanozolol), lo negó tajantemente. No dio espacios para la duda. Luego, cuando fue la UCI quien confirmó la noticia, el último ganador de la Vuelta de Chile simplemente no quiso hablar con nadie.

Si el silencio otorga o no, lo concreto es que Arriagada pasa desde ya a la lista de los deportistas chilenos involucrados con el doping. Algunos, los menos, han logrado comprobar que todo fue un mal entendido; los más han debido agachar la cabeza y asumir. Por lo menos en un principio el ciclista curicano pretendía formar parte del primer grupo.

De conseguirlo, se uniría a uno de los emblemáticos casos en que un deportista logró comprobar su inocencia. En 2007 la patinadora Carolina Santibáñez dio positivo en un control por consumo de salbutamol a meses del Panamericano de Río de Janeiro.

En ese momento ella insistió en su inocencia, y como aún no se oficializaba del todo que hubiese utilizado sustancias ilícitas fue autorizada para competir en Brasil. Ahí logró la medalla de plata sabiendo que quizás se la quitarían en un tiempo más. Eso no ocurrió. Al final, se comprobó que ella tomó la sustancia por una bronquitis usando receta médica y fue absuelta de todo cargo.

El otro camino que podría seguir Arriagada es el de su colega Fernando Vera.  En los Juegos Panamericanos de 1983, el conocido "Lobo" fue descalificado por doping: dio positivo por consumo de anabólicos mientras competía en los 4000 metros y apostaba por una medalla. Vera pudo superar ese episodio y cinco años después se adjudicó la Vuelta de Chile. 

Parecido a este último caso fue lo que le ocurrió a Denisse Van Lamoen en 2002. Tras aburrirse de ganar medallas en los Odesur del 2002 en Brasil, la arquera chilena dio positivo por etilanfetamina, lo que fue ratificado por las dos muestras B.

El procedimiento fue lógico: la deportista perdió las siete preseas que había conquistado y, luego de un par de idas y vueltas, terminó siendo suspendida por un año en junio del 2003. Al final, y al igual que Vera en los '80, Van Lamoen regresó para triunfar en los Panamericanos del 2004 ganando dos oros, lo mismo que consiguió en los Odesur del 2006. 

La pelota también se manchó en Chile

El último chileno antes de Arriagada en sufrir porque su nombre aparezca constantemente al lado de la palabra doping, fue el futbolista colocolino Roberto Cereceda. Acusado de dar positivo por cocaína en octubre del 2010, debió de defenderse infinitas veces antes de que se reconociera que tenía razón.

Su versión siempre fue que había consumido té de coca antes de un partido por la Copa Sudamericana en Bolivia. La verdad es que pocos le creyeron hasta que la Conmebol determinó una sanción mínima de seis meses que está a días de cumplirse.

Siguiendo en el fútbol uno de los más emblemáticos es el caso de Juan "Candonga" Carreño. El mismo confesó que estuvo metido en las drogas entre el 2001 y el 2003, época en que fue suspendido tras dar positivo en un control antidoping por cocaína.

El caso de Wanderers es curioso, ya que tiene un largo historial de jugadores que cayeron en el doping en los '90: Luis Escobedo, Nelson Zabala, Pedro Monzón, Carlos Rojas, Francisco Hörmann, Moisés Ávila y Jaime Bahamondes.

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