Ni el propio Djokovic lo puede creer.
AFP
SANTIAGO.- Se veía venir hace un buen tiempo.
El propio Rafael Nadal lo anticipó hace un par de meses. En Roland Garros estuvo a punto de suceder pero
Roger Federer lo impidió. Ahora en Wimbledon fue inevitable:
Novak Djokovic se transformó en el
nuevo número uno del tenis mundial.
El serbio se convirtió en el 25° jugador de la Era Open (desde 1973) en alcanzar lo más alto del ranking ATP tras vencer al francés Jo-Wilfried Tsonga por 7-6(4), 6-2, 6-7(9), 6-3 y, de paso, alcanzar su primera final en Wimbledon.
De esta forma el tenista balcánico le quitará, desde el lunes 4 de julio, el trono del plantea tenis al español Rafael Nadal quien estuvo 56 semanas consecutivas (102 en total, por ahora) en lo más alto de la clasificación mundial. Además después de ocho años habrá un N°1 que no se llama Federer o Nadal.
En el primer set Tsonga comenzó arriba e incluso llegó a servir por el parcial, pero el serbio apretó y lo cerró en el tiebreak. El segundo acto fue un monólogo donde el galo prácticamente se rindió ante el tenis de Djokovic.
La tercera manga fue la más emocionante. "Nole" sirvió para ganar el encuentro, pero el francés sacó las mismas agallas que mostró en los cuartos de final ante Federer; llevó todo al tiebreak, salvó dos match points y estiró el partido al cuarto set.
Ahí Djokovic consiguió el quiebre en el comienzo y lo mantuvo hasta el final, cuando en el noveno game Tsonga mandó una pelota larga para que el balcánico se dejara caer sobre el césped de la Catedral celebrando su histórico logro.
A pesar de todo, el nuevo número uno del mundo no quiso referirse a eso. Sólo habló de lo grandioso que era estar en la final de Wimbledon, donde el domingo de se enfrentará al ganador del encuentro entre Rafael Nadal o Andy Murray.
