CIUDAD DE MEXICO.- El gobierno mexicano y la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) acordaron hoy reforzar los protocolos de seguridad en sedes deportivas, después de un tiroteo que causó pánico en un estadio donde se medirán en octubre México y Brasil y en vísperas de los Juegos Panamericanos.
Aunque no se dieron detalles se indicó que cada parte asumirá su responsabilidad: los clubes dentro de los estadios y las autoridades afuera. "Si ya lo hicimos en un Mundial, como fue en el Mundial Sub 17 (en junio-julio), por qué no repetir todos estos protocolos, absolutamente coordinados, integrados con las autoridades federales, estatales y municipales", dijo el presidente de la FMF, Justino Compeán.
El sábado se registró un enfrentamiento a balazos entre un grupo de la delincuencia y policías frente al estadio del Santos Laguna en la ciudad de Torreón, que obligó a suspender el partido que disputaba ante Morelia, ante la huida de futbolistas y espectadores en medio de la confusión.
En ese estadio se disputará el 11 de octubre el amistoso entre la selección mexicana de fútbol y Brasil.
"Vamos a confirmar ese partido, por supuesto", dijo Compeán. "No hay nada que temer porque hay un compromiso de las autoridades de que cada quien sabe lo que tiene que hacer".
Compeán y el secretario general de la federación, Decio de María, se reunieron con el secretario (ministro) de Gobernación, Francisco Blake, y con los responsables de Protección Civil, de seguridad regional de la Policía Federal y de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) para tratar el tema.
