Jorge Sampaoli junto a su hijo Alejandro festejando en la cancha.
EFE
SANTIAGO.- Jorge Sampaoli no estuvo solo en las celebraciones de los títulos de la Copa Sudamericana y del Torneo de Clausura. El técnico de la Universidad de Chile compartió estos dos importantes momentos en su carrera con su núcleo familiar más cercano, pero sobre todo con su hijo Alejandro.
El joven de 24 años, y de un parecido increíble con su padre, acompañó al DT en las dos cenas de festejo en el hotel Intercontinental y fue el encargado de sacar la voz por la familia y expresó el sentimiento de todo su clan ante el logro más relevante en la trayectoria del adiestrador.
"Fue el sueño que siempre tuvo él y se hizo realidad, pero ojo, que ahora quiere la Libertadores 2012", avisa Alejandro, quien está acompañado de amigos y otros familiares.
Consultado por cómo es Sampaoli en la interna, en su casa, el primogénito explica que "en el fútbol es muy distinto a como es en la vida familiar. Es un 'tipazo', alegre, es el mejor hombre. Es más tranquilo en la casa, está siempre concentrado. Cuando ve los partidos los ve solo o a veces conmigo", explica.
"Mi papá es un fenómeno, lo que logró es espectacular, son contados con los dedos de una mano los que consiguen algo así, y de la forma en que se dio, invictos en la Sudamericana. Fue todo mágico. De seguro me lo dedicó a mí, porque venimos hace mucho tiempo deseando esto, es para los dos, no solamente para él ", reconoce Alejandro.
Además, señala que su padre "es muy seguidor de Bielsa, en lo obsesivo, muy predispuesto a todo, muy exigido".
Encuentro familiar muy emotivo
Tras el partido ante Liga de Quito, el entrenador de la U tuvo un encuentro muy emotivo con sus familiares. Mientras desde las tribunas se escuchaba el "Sampaoli, Sampaoli, yo te quiero agradecer, por hacer jugar al Bulla como lo hacía el Ballet", el oriundo de Casildas se dirigió a la zona de tribunas. Se subió a la reja que separaba las butacas de la cancha y se entrelazó en un abrazo fuerte y emotivo.
El trasandino se reunió con Alejandro, su hija y su madre y no pudo ocultar la emoción. Comenzó a llorar y a besar a sus familiares, repitiendo una y otra vez "los amo" y "gracias por acompañarme".
Después de eso, todo volvió a ser locura, algarabía y gritos. Era hora de festejar el logro más importante de su carrera como técnico y el primer título internacional en la historia del cuadro azul. Y que mejor, en compañía de sus seres más cercanos.
La historia se repitió para el Clausura, donde una vez que bajó desde la caseta que le fue asignada para presenciar el cotejo ante Cobreloa compartió junto a su hijo y le colgó la medalla de campeón, la tercera en sólo un año.
Así es la vida familiar de Jorge Luis Sampaoli Moya, el trasandino que en doce meses lo ganó todo con la U, pero que también demostró que se da un tiempo para compartir con su núcleo más íntimo.