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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 11:49
SANTIAGO.- Denisse van Lamoen no lo esperaba, no se encontraba preparada para recibir el premio a la "Mejor de los Mejores", el cual obtuvo el 21 de diciembre tras la votación del Círculo de Periodistas Deportivos, que le dio este premio por primera vez en su carrera.
Con mucha emoción recibió el "Condor de Oro" y señaló, entre lágrimas, que "cumplía un sueño", el que se edificó principalmente por su histórico triunfo del 10 de julio, en el Campeonato Mundial de Turín de tiro con arco, algo que la convirtió en la especialista más destacada del planeta en esta disciplina.
Sin embargo, para llegar a este destacado presente, la ariqueña debió superar grandes dificultades, que hacen aún más meritorio este logro, uno de los más apetecidos por los deportistas nacionales.
El comienzo
Van Lamoen ganó notoriedad tras destacar en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999, obteniendo medalla de plata. Luego, participó en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, pero sin mucho éxito.
El punto más oscuro de su carrera ocurrió en 2002 durante los Juegos Sudamericanos, donde dio dopaje positivo por anfetaminas y fue suspendida por un año.
Si bien la sanción se rebajó a seis meses, su imagen se enlodó para la opinión pública y sus pares. A pesar de todo esto, el hecho, dice, lo tiene ya archivado. "Los momentos malos los tomo como algo que me sirvió para hacerme mucho más fuerte, tanto como deportista como persona. Para mí la decepción y la frustración ya no están, son parte de mi pasado, de mi historia", confesó.
Agregó que "cuando gané el Mundial, no pensé en los momentos malos que tuve que pasar, recordé más lo que significó haber llegado hasta acá, en lo que logré construir después de superar todas esas dificultades".
La recuperación
Tras ese hecho, Van Lamoen comenzó a trabajar en silencio y desde la llegada de su nuevo entrenador, el alemán Martín Frederick, empezó a mejorar su rendimento y su forma de entrenar.
El título conseguido este año en Italia fue indicador de los frutos que dio este gran esfuerzo. Además, su técnico fue nombrado el mejor entrenador del año por el mismo Círculo, junto al adiestrador del equipo de fútbol de la Universidad de Chile, Jorge Sampaoli.
La arquera resaltó los méritos del europeo, quien la ha convertido en una de las mejores del mundo. "Con Martin tuve una compenetración maravillosa, también con la gente de la Federación. Él ya estuvo con varias campeonas mundiales y lo demuestra día a día en nuestro trabajo, tiene un nivel increíble. Inició una aventura desconocida acá, sin saber lo que iba a pasar y terminó triunfando", remarcó.
La ariqueña no se da por satisfecha por haber conseguido el título del mundo, incluso tomó como ejemplo su mala actuación en los pasados Panamericanos de Guadalajara, en el cual fue eliminada en los cuartos de final por una rival inferior, disminuida por una lesión en uno de sus hombros. Ahora fija toda su atención en lo que pasará en Londres.
"Para un deportista olímpico existen dos objetivos principales: uno es ser campeón del mundo y el otro es ganar los Juegos Olímpicos. Ahora, yo puedo decir que logré la mitad", dice orgullosa.
En su mejor momento, Van Lamoen cree que tiene mucho más que entregar y no ve este momento como la "coronación" de su carrera. "No lo siento así, espero que sea con una medalla olímpica. Si no es ahora será en el otro, uno debe seguir intentando siempre, pero espero que no demore tanto", afirmó entre risas.
"Los deportistas sabemos lo que son los fracasos, la gente normal también lo sabe porque así es la vida. Esto es siempre competitivo, porque de eso se trata el deporte de alta competencia, de levantarse y superar los malos momentos", comenta.
Por último, Van Lamoen deja una lección de vida manifestando que "si no eres capaz de levantarte de un fracaso, no tienes nada que hacer como deportista de alto rendimiento. Esto es así, fracasas y ganas, fracasas y ganas".
