SILVERSTONE.- Aunque externamente está relajado, Sebastian Vettel empieza a ver que, como en 2010, no sólo deberá pelear por el título de campeón del mundo de Fórmula 1 con el español Fernando Alonso, sino también con su compañero de equipo en Red Bull, el renacido australiano Mark Webber.
"Por el momento es muy pronto para empezar a hacer números", dijo Vettel, que el domingo asistió relajado a la fiesta en el jardín de la casa de su jefe de equipo, Christian Horner, situada muy cerca del circuito de Silverstone, donde Webber logró su segundo triunfo de la temporada.
Quedan 11 Grandes Premios aún, pero la situación se va definiendo y recuerda a 2010, cuando Alonso con su Ferrari peleó por el título con los dos Red Bull. Entonces, el ganador fue Vettel, que repitió en 2011 casi sin oposición.
"Tengo el número uno en la cabeza", dijo Webber, decidido por fin a dar el gran salto, cargado de moral tras remontar y ganar a Alonso en Gran Bretaña dejando atrás a Vettel, el teórico número uno del equipo energético. "Por el momento no tengo ningún problema de confianza", señaló el australiano, harto del papel secundario a la sombra del alemán.
Hace dos años hubo una disputa abierta dentro del equipo austriaco. El cénit llegó cuando ambos pilotos colisionaron en Estambul y cuando Webber expresó en público su sensación de sentirse perjudicado en detrimento del joven, simpático y carismático Vettel.
"No está mal para ser un número dos, ¿no?", dijo Webber hace dos años por la radio del equipo al ganar en Silverstone. Una reivindicación que ahora vuelve a expresar sobre el asfalto el piloto de 35 años, que podría estar ganándose una renovación de contrato.
"En las próximas semanas nos sentaremos. Creo que Mark también correrá con nosotros el próximo año", dijo Horner. Los medios británicos especulan ya hoy con un nuevo contrato por valor de 7,5 millones de euros (9,2 millones de dólares).
Webber suma 116 puntos en la clasificación, a sólo 13 del líder, Alonso, y 16 más que Vettel. "Por el momento eso no importa. Nuestra meta es estar arriba al final", relativizó el alemán, que recuperó la tercera plaza que había perdido después de no haber terminado en Valencia cuando era líder de la carrera. "La clave es lograr siempre puntos", agregó Vettel.
El que mejor está haciendo eso de momento es Alonso, el único que puntuó en las nueve carreras disputadas, por lo que no le dolió tanto ceder el triunfo en Silverstone a un Webber que lo pasó como un cohete.
"Es un momento importante de la temporada. Ahora no se gana el título, pero se puede perder", dijo sobre un duelo que muchos ven ya sólo a tres bandas.
Y es que la ruleta rusa en la que se había convertido la Fórmula 1 de inicio parece haberse acabado y la correlación de fuerzas empieza a estar más clara. Red Bull tiene el mejor coche y sólo Ferrari y especialmente Alonso, posiblemente el mejor piloto, puede presentar resistencia.
McLaren parece ya haber arrojado la toalla. "Estamos lejos, muy lejos", admitió Lewis Hamilton, cuarto en el campeonato. Tampoco aguantan el ritmo los Mercedes de Michael Schumacher y Nico Rosberg.
Sólo Red Bull disfruta del lujo de tener a sus dos pilotos compitiendo por el título. "Me encanta tener ese 'dolor de cabeza'", dijo Horner antes de entrar en su casa y continuar en el césped de su jardín la fiesta de Red Bull, que podría acabar si Vettel y Webber continúan peleando de igual a igual.
