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Se cumplen 30 años de la bullada pelea entre Eliseo Salazar y Nelson Piquet en GP de Alemania

En Hockenheim el piloto chileno vivió uno de los episodios más recordados de toda su carrera profesional. En aquella época, para el deportista nacional el brasileño era uno de sus ídolos.

22 de Julio de 2012 | 10:00 | Emol

SANTIAGO.- El piloto chileno Eliseo Salazar tiene historias para hacer un libro. Quizás dos. Y es que el nacional pasó por la Fórmula Uno, la Indy Car, el Rally Dakar y las 24 horas de Le Mans, entre otras. Ahí acumuló un sinnúmero de anécdotas dignas de repasar.

Quizás si una de las más conocidas y bulladas fue la pelea que protagonizó con su entonces ídolo Nelson Piquet en el Gran Premio de Hockenheim, en Alemania. Hoy, con la reedición de ese GP, aunque con otros protagonistas, como Fernando Alonso y Sebastian Vettel, se cumplen 30 años de la historiada riña entre ambos pilotos.

La historia dice que Piquet defendía con muchos problemas su primer título de campeón del mundo y en ese GP en particular perdió los nervios luego de que intentó adelantar al chileno (a quien había doblado) y este le dio un toque que terminó sacando a los dos de la carrera. (Mira el video del incidente aquí ).

El brasileño se bajó rápidamente de su monoplaza y las emprendió contra Salazar, sin siquiera sacarse su casco. El chileno, muy sorprendido, casi no reaccionó al accionar de Piquet.

Hace poco, entrevistado por Emol , el propio chileno dijo de ese incidente que "mi historia con Nelson (Piquet) nace en la Fórmula 3 británica. Yo siempre tuve una gran admiración por él y llevaba una revista que decía 'quiero ser como Piquet' y justo en ese día que era mi primera carrera allá, llovía mucho y me encontré con él llegando en un Alfa Romeo. Para mí fue como la aparición del Señor, me llevó y después de eso nos hicimos amigos. Se convirtió en uno de los factores clave de mi carrera en Europa".

"Lo del choque fue una desinteligencia de ambos y fue un momento muy difícil para mí, ya que él era mi ídolo", agregó.

Lo cierto es que el tiempo cicatrizó las heridas y los dos pilotos volvieron a ser amigos, aunque el episodio quedó en la retina de los amantes del deporte motor.

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