El viaje fallido que jugó en contra de las aspiraciones de Bárbara Riveros en los JJ.OO.

LONDRES.- La historia es la siguiente. El miércoles la atleta chilena Bárbara Riveros debía llegar a Londres, proveniente de Madrid, a las 17:20 horas de Inglaterra. Pero la sorpresa inundó a quienes la esperaban en el terminal aéreo, cuando después de casi una hora de arribado el avión Iberia que la trasladaría, ella aún no aparecía por el aeropuerto.

Rápido, personal del COCh e IND comenzaron a hacer los contactos para saber qué había ocurrido con una de las esperanzas de medalla para la delegación nacional en los Juegos Olímpicos. La respuesta llegó. Riveros y su técnico, Oscar Commentz, habían perdido el vuelo que los trasladaría a Madrid para luego embarcar hacia la ciudad donde está encendida hoy la antorcha olímpica.

Debieron reaccionar y la única forma de solucionar el problema era viajando a Madrid en bus desde Vigo, la ciudad en la que se encontraban. Ahí podrían tomar otro vuelo, pero éste llegaría recién cerca de las 22:30 horas de Londres, hora a la que finalmente pudo arribar.

Este hecho, que en su momento pareció anecdótico, fue clave en la baja actuación de la deportista criolla este sábado en la triatlón femenina, donde finalizó 16ª a más de dos minutos de la ganadora de la prueba.

Ella misma, tras su actuación reconoció que eso  había complicado sus aspiraciones a una medalla. "Haberme acostado a las dos y media de la mañana un día, claro que afecta", diría la propia deportista en zona mixta.

Algo que es reafirmado también por su técnico y meteodólogo, Oscar Commentz. "No nos gusta dar excusas, pero ese hecho nos cambió la planificación y llegamos muy tarde, ella no trasnocha nunca, se acuesta como las 9, 10 de la noche. Para cualquier persona como nosotros es normal acostarse tarde tal vez, pero ella es una deportista de elite que se preocupa hasta de esos detalles", dice.

Y hay otro ítem más técnico dentro de la carrera misma que redujo las opciones de la "Chicka". "Hubo un problema en la transición del agua a la bicicleta, salió con el grupo dentro de lo que pudo, pero perdió  pequeños segundos al ir  a buscar la bicicleta y quedó sola, lo que le complicó la salida", analiza Commentz y agrega que "cuando queda  a dos minutos del grupo, que estaba potente en calidad y cantidad, te es casi imposible alcanzarlas".

Ambos sí, reconocen, que son temas que ocurren, imprevistos que llegan y hoy no se puede culpar a nadie.