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El partido más complicado en la vida de José Sulantay: Ser alcalde de Coquimbo

No más fútbol, ahora es la política. El ex DT de la Sub 20 va como candidato de la UDI por la ciudad que lo vio nacer. Contó a Emol sus ideas para dar un nuevo impulso al puerto y además realizó un crudo análisis de la "Roja".

19 de Septiembre de 2012 | 12:01 | Por Felipe Lagos Barahona, Emol

SANTIAGO.- Hace seis años José Manuel Sulantay Silva estaba en la cima del fútbol chileno. Tercero del mundo con la Sub 20 en Canadá y elegido como el mejor entrenador del año 2007 por el Círculo de Periodistas Deportivos, recibió el reconocimiento de todo el medio por liderar una generación brillante de jóvenes, que ahora son la base de la selección adulta.

Sin embargo, dejó su cargo tras el arribo de Marcelo Bielsa a la "Roja" y volvió a lo suyo, entrenar en clubes. Primero en Deportes Iquique y luego en Coquimbo Unido, hasta que decidió retirarse definitivamente de la actividad profesional.

Seis años después la historia es completamente distinta y alejada de lo que tanto lo apasionó durante 53 años, siendo jugador y entrenador.

Sulantay hoy es candidato a alcalde por Coquimbo, la ciudad de toda su vida. Para muchos una locura, para él una realidad y un hecho que puede concretarse sin sorprender a nadie. Va como independiente y apoyado por la UDI, convencido de que este nuevo y extraño partido lo va a ganar, y por goleada.

Sus ideas las expresa en su propia página web, donde deja claras sus propuestas para levantar el lugar que lo vio crecer desde pequeño.

"Hace unos 14 años atrás pensé y me convencí que algún día iba a convertirme en el alcalde de la ciudad de Coquimbo cuando dejara el fútbol. Incluso lo tenía pensado en 2004, pero salió lo de la selección juvenil y lo debí postergar", cuenta ilusionado a Emol desde su querido puerto. Agrega que "recuerdo que hace unos años di una nota que se titulaba: 'De la banca al sillón', lo recuerdo como si fuera hoy".

Es decir, cambió el fútbol por la política para siempre...
"Más que llegar a la política lo que me interesa es alcanzar la alcaldía de Coquimbo. Tiene que ver con política, pero eso no es lo que realmente me importa. Político partidario nunca lo fui, ni tampoco lo seré. El fútbol, sea como jugador y entrenador, fue y será mi vida".

¿Cuando surgió esta idea. Es algo temporal y piensa volver a dirigir?
"El fútbol ya es un capítulo cerrado, no me hubiese gustado que otros me la cerraran, por eso yo mismo terminé con esto. Ahora no voy al estadio en Coquimbo, estoy muy ajeno de aquello. Si voy, la gente me pide que vuelva y eso no me gusta, por eso no voy. Además, Coquimbo Unido no pasa un buen momento y no quiero opinar de eso, estoy dedicado a mi carrera política".

"Ya aprendí las triquiñuelas de la política"

Sulantay se envalentona cuando habla de Coquimbo. Señala que es un lugar con mucho "potencial" y con un futuro increíble. Parece que estuviera dando una charla técnica de fútbol, pero no, está hablando como candidato y con ideas claras de lo que debe hacer para levantar este sitio.

"Reviso mucho la ciudad, cómo está ahora. Salgo bastante y veo que ha progresado bastante en los últimos años. La gente sabe en Chile que tenemos un clima privilegiado (playa, buen tiempo, cerros y valles). Hay enorme potencial, pero hay poco trabajo. El puerto es poco aprovechado y me parece que es allí donde debemos apuntar por crecer", comenta.

¿Ha sentido el apoyo de la gente. Qué le dicen, qué cosas le piden?
"Yo ya empecé con la campaña hace unos 15 días atrás. La recepción de la gente ha sido sensacional. Si fuera cierto lo que me dice la gente y el apoyo que me entregan pienso que debería ser el alcalde, pero esto se decide en las urnas. Ya aprendí todas las triquiñuelas que existen en política, pero yo voy por mi lado, si salgo alcalde muy bien y si no lo logro, bien también".

¿Por qué la gente de Coquimbo debe votar por José Sulantay?
"Porque soy una persona honesta, todos saben que soy honrado. La Municipalidad de Coquimbo está muy mal catalogada en cuanto a los dineros que salen y llegan. La gente quiere una persona totalmente diferente y ven en mí esa diferencia. Por los logros que obtuve en el deporte por Chile y la ciudad, el fútbol permite que te quieran mucho más y de forma especial. Soy un trabajador, no me gusta quedarme en mi casa, siempre me gusta hacer cosas nuevas y me siento con las fuerzas para hacerlo".

El fútbol, diagnóstico muy negativo

A pesar de su presente político, Sulantay no puede olvidar el fútbol y la selección. El presente no le gusta para nada y lo califica de "malísimo", y ve con preocupación lo que viene, sobre todo de la mala exhibición con Colombia por la octava fecha de las Clasificatorias Sudamericanas al Mundial de Brasil 2014.

Al equipo de Claudio Borghi lo ve muy complicado y lo mira nostálgicamente desde la distancia, ya que la mayoría de sus ex dirigidos son la base de ese plantel. "Ya venía mal con lo que pasó con los jugadores de la U y el acuerdo 'bajo cuerda' que había. Los más perjudicados siempre son los jugadores porque luchan para hacerlo", comentó.

¿Cuál es su análisis de esta selección?
"Con Colombia la defensa se vio muy mal y yo lo preveía, no fue bien conformada. Además que no me ha gustado la 'blandura' de Claudio y que confíe tanto en los jugadores, el trato que tiene con ellos, pero es su forma de ser. En el fútbol actual hay otras cosas, a los jugadores hay que presionarlos y mantenerlos concentrados durante todo el proceso antes de un partido importante. Un seleccionador nacional debe estar preocupado de todos esos detalles".

¿Cuánto se ha perdido en este tiempo?
"Veo que se está caminando para atrás nuevamente y noto un retroceso en el juego que se ha mostrado. La dinámica se perdió después que se fue Bielsa, veo un fútbol lento, cansino y que no ataca, como era antes. Eso fue lo que pasó contra Colombia, ellos hicieron exactamente lo que me gusta a mí, tocar bien el balón, presionar en campo contrario y ser rápidos".

¿Qué le parecen algunas decisiones, como ubicar a Vidal como libero?
"Vidal no puede jugar allí, es cuestión de verlo. Es un gran jugador, pero no puedes darle misiones específicas porque no las cumple, a él se lo lleva mucho el balón y sin tocarla no rinde. Si lo pones en esa posición no tiene mucho sentido, además los stoppers no marcan y juegan en línea, eso no lo entiendo de Borghi. Tácticamente debes ser perfecto para jugar de último hombre y ese es el peor defecto de Arturo. Pudo ser Mauricio Isla y Gonzalo Jara, quienes saben claramente lo que es jugar en esa posición. Yo los tuve y los utilicé en ese puesto, rindiendo muy bien".

El caso de Medel, sigue cometiendo errores del pasado. ¿Cómo lo analiza desde que estuvo bajo su dirección?
"Medel otra vez se mandó la de siempre, su carta bajo la manga, con lo que echó a perder todo el esquema. Se le aprecia el coraje que tiene, pero me parece que ya debe ver un psicólogo. Se crió en un barrio bravísimo donde el golpe es lo primero y luego la explicación, entonces en esas décimas de segundos actúa, luego se da cuenta de la falta y se arrepiente. Es como tener un arma, en un segundo podrías matar a alguien si darte cuenta".

¿Qué le parece el presente de Alexis Sánchez, por qué no logra plasmar todo su juego?
"Me llamaron (periodistas) hace unos días de Barcelona para preguntarme por Alexis y están muy preocupados. Quieren que justifique lo que costó y no lo está haciendo. Él no se adapta al juego del equipo, debe tocar mucho y no encara, que es su mejor característica. Está enredado en sus ideas, quiere demostrar mucho y no lo logra porque no está claro de arriba. Es parecido a lo de Matías en su momento, pero ahora él lo está haciendo y espero que Alexis también lo haga".

Y la actual Sub 20, ¿puede igualar lo realizado durante su proceso?
"La Sub 20 tiene una generación excepcional y si no van al Mundial es para pegarles un palo a todos (dice entre risas). Hay jugadores en Europa, titulares en equipos grandes, con Copa Libertadores en el cuerpo, ahora no hay excusas. Notó que existe esa mentalidad ganadora en algunos jugadores".

Es el nuevo José Sulantay. El político, no el deportista, el que desea reinventar su vida ayudando a su gente, al pueblo que ama y que nunca dejó de lado. Seguramente el partido complicado de su vida, pero que encarará con la seguridad y firmeza que lo llevó al éxito en el fútbol.

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