Boxeo: Manny Pacquiao se llena de dudas sobre su futuro tras su segunda derrota seguida

MANILA.- Manny Pacquiao logró lo que la mayoría de los habitantes de Filipinas sólo pueden soñar: levantándose de la pobreza desgarradora y asegurar el futuro de sus hijos convirtiéndose en una figura decorativa para sus compatriotas en todo el mundo.

No contento con ganar en el ring, Pacquiao también impuso su marca como un político. Pero ahora, tras perder dos veces seguidas, primero ante Timothy Bradley y este sábado ante el mexicano Juan Manuel Márquez, el púgil de 34 años de edad, se enfrenta a una de las preguntas más difíciles de su notable carrera de 17 años: ¿Es su futuro el boxeo, la política, el mundo del espectáculo o la religión?.

"Ser el rey del boxeo, siendo el deportista mejor pagado en el boxeo, va con el territorio", dijo el analista de boxeo Ed Tolentino. Agrega que: "Para Pacquiao, la fama era muy difícil de controlar. Había demasiadas cosas en su mente que no sea el boxeo".

La distracción fue costosa para Pacquiao, quien entrenó durante dos meses, en comparación a Márquez, quien lo hizo durante cuatro y medio.

Durante ese tiempo el luchador azteca se hizo más musculoso para resistir los golpes furiosos del filipino, los que fueron dañinos en sus tres encuentros anteriores.

Mientras que Pacquiao se dedicó a otras cosas, que no tienen nada que ver con el boxeo. Como los títulos, honores y dinero comenzaron a llegar, también lo hicieron las distracciones y eso no lo supo manejar, como quedó demostrado este sábado en Las Vegas.

Dentro de su enorme séquito de cercanos, Pacquiao cuenta con muchas distracciones que lo perjudican. "Sólo se necesita una rueda de la fortuna y quedó demostrado que su campo de entrenamiento habría sido un circo", dijo Tolentino.

En una nación donde las celebridades, el dinero y la política igual a una fórmula ganadora, Pacquiao jugó su tarjeta de candidato al Congreso en 2007, pero perdió.

En su momento, el púgil se comprometió a limpiar su imagen: no apostar más, ni beber y dejar atrás su reputación de mujeriego, tomando la predicación de la Biblia. Algunos lo llamaron un truco de relaciones públicas de un político en ciernes, pero Pacquiao insistió en que era de verdad.

"A los que piensan de esa manera, vamos a dejarlos ser. Voy a orar por ellos. Incluso Jesucristo, incluso después de que él hizo milagros, nadie le creía, ¿qué más para un pecador como yo", dijo, y agregó que: "No quiero ser un pastor, pero comparten cómo el Señor cambió mi vida".

Luego vino el primer golpe: una decisión controversial lo hizo perder en junio ante Timothy Bradley. Surgieron preguntas sobre si Pacquiao mostraba el desgaste de 17 años en el ring.

Pero la derrota ante Márquez sólo hizo la pregunta más urgente, a pesar de que Pacquiao no hizo mención de un posible retiro.

"Entre los boxeadores, no tienen la jubilación palabra en su diccionario. Es tan difícil admitir que de repente se acabó, especialmente para Pacquiao", dijo Tolentino.

"Su descenso fue desde el Ártico de la casa del perro", agregó. "Creo que realmente tiene que haber un montón de búsqueda del alma. El tiene que consultar a su familia, su séquito real".