SANTIAGO.- El próximo 5 de enero comienza una nueva versión del Rally Dakar, la llamada prueba más extrema del mundo. Y hay 30 pilotos chilenos inscritos para la largada en Rosario.
De toda la armada nacional, 10 son nuevos en esta prueba. Hay abogados, estudiantes, ingenieros, agricultores, todos con la idea de enfrentar un sueño y de estar el último día en la meta en Valparaíso el 18 del primer mes del año.
En este grupo de debutantes está el criollo con menos edad y también el más veterano. La mayoría ha tenido que hacer muchos esfuerzos, sobre todo económicos, para lograr correr.
Acá les presentamos a las nuevas caras chilenas que tendrá el Rally Dakar 2014 que este año incorporará como novedad los caminos de Bolivia.
Francisco Errázuriz (motos)
Es el más joven de la armada chilena de cara a este Dakar 2014. Será su primera carrera de esta categoría después de dejar el mundo del enduro, donde disputó los mundiales en Talca y San Juan. “Toda mi vida he hecho enduro, entonces también llevo una carrera en esto. Ya sé cómo manejar la moto, lo que me falta es el tema de la navegación”, cuenta.
Y no se nubla. “Mi idea es terminar el Dakar, llegar sano y salvo. Estudio arquitectura voy en tercer año y esa es mi prioridad. Por el momento el rally sigue siendo un hobbie”.
Ronald Ambler (motos)
Se jacta de ser el chileno más veterano que correrá este Dakar. Con 48 años Ronald Ambler se lanzó en esta aventura personal, porque “si no era ahora, no era nunca. He tenido que hacer esfuerzos propios que son de toda una vida”.
Y a pesar de los sacrificios estuvo a punto de quedarse fuera de la prueba, después de un duro accidente en el Atacama Rally. “Me caí y me quebré cuatro costillas”, recuerda este empresario y añade que su principal desafío es dejar bien puesto el nombre de La Serena y toda la Cuarta Región. 
Enrique Guzmán (motos)
Como abogado, la vida de Enrique Guzmán transcurre entre tribunales y sus negocios, pero su gran pasión es el deporte. Y a pesar de que hace sólo cinco años se subió a una moto, lo de él ha estado apegado siempre a la aventura. “Fui montañista y estuve dos veces en largas expediciones de 25 días, en Alaska y en Campos de Hielo, sé perfecto lo que voy a vivir, es un control de emociones, de ansiedades”.
Padre de familia, con cinco hijos, le costó tomar la decisión de estar en la carrera, aunque se ha preparado duro.
Cristián Naser (motos)
Un gran maestro tiene Cristián Naser. Resulta que quien le pegó el “bichito” por el rally fue nada menos que Francisco “Chaleco” López. “Me invitó a andar en el desierto y lo encontré espectacular”.
Y hay apuestas por lo que pueda hacer este joven empresario. Se ganó el wild card para motos en el Desafío del Inca. Aprovecha también de explicar su apodo, el de “Pichón”. “Mido 1.80 y por eso me dicen “pichón de mamut”, parecía un pájaro gigante en bicicleta. Hay gente que me conoce más por ese apodo”, ríe.
Cristián Peralta (motos)
Cristián Peralta creció en Chuquicamata y como dice “mi vida ha estado ligada al desierto y la tierra. Incluso hoy trabajo en minas”, apunta este ingeniero que recuerda su infancia, en los años en que comenzó a andar con unos amigos en moto. “Nos decían los power rangers porque uno aparecía con casco y bota”.
Después de tantos años en moto se tomó el desafío de correr esta prueba. “Este año se dio con mucho sacrificio, el 80 por ciento lo financio yo. Ésta será mi carrera contra el Dakar”, lanza.
Francisco Massú (motos)
El apellido de este piloto suena a deporte, claro, su primo Nicolás fue campeón olímpico, top ten del tenis, e incluso ambos tienen algo en común. Los dos se apegan a la palabra “garra”. “El 50 por ciento de la carrera son ganas, hay que darle con garra hasta el final”, dice Francisco.
Agrega que su gran plus es conocer bien la moto y apunta a que irá a la carrera “a la chilena”. “Voy durmiendo en carpa, con un mecánico compartido” Incluso compartirá carpa con otro chileno, Alvaro Román. 
Víctor Gallegos (quads)
El “Patagón” le dicen a este joven mecánico. Es que es el más austral de los chilenos. Oriundo de Punta Arenas dejó todo por el Dakar. Renunció hace un par de meses a la empresa en la que trabajaba, todo con el fin de correr la prueba más extrema del mundo.
Y podrá cumplir su sueño gracias a dos grandes ayudas que le llega
