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LOS ANGELES.- Los Brooklyn Nets ganaron por 85-79 en su visita a Boston, donde Paul Pierce y Kevin Garnett vivieron con profunda emoción el caluroso recibimiento de su antigua afición.
La NBA asistió en la noche del domingo al reencuentro de dos leyendas vivientes con su pasado. Pierce pasó 15 temporadas en los Celtics y Garnett estuvo seis años. Con ellos, el equipo de Boston ganó cinco títulos de División, jugó dos finales y obtuvo un anillo de campeón en la recordada final de 2008 ante Los Angeles Lakers.
Pero el deporte profesional no atiende a demasiados sentimentalismos y los Celtics vendieron al final de la pasada temporada a los Nets tanto a Pierce como a Garnett. Y ambos jugaron anoche su primer encuentro en Boston desde su marcha.
Andrey Blatche anotó 17 puntos para unos Nets que sumaron su noveno triunfo en los últimos diez partidos, pero el resultado pareció lo menos importante de la noche.
Pierce y Garnett tuvieron que luchar para aguantar las lágrimas durante la calurosa bienvenida y después del primer cuarto se proyectaron por los videomarcadores imágenes de ambos con la camiseta de los Celtics.
"Este es el partido más duro que he jugado en mi vida, más incluso que cualquier séptimo partido de una final. Fue difícil mantenerse concentrado", afirmó Garnett.
El ala-pívot de los Nets apenas anotó seis puntos, pero protagonizó un robo y un "mate" en los instantes finales que finiquitaron el encuentro.
Aunque ya no estén en Boston, Pierce y Garnett no olvidarán la etapa profesional más importante de sus vidas.
"Mientras esté en la Liga, va a ser duro porque sé que siempre voy a tener que volver al Boston Garden. Siempre va a haber recuerdos", explicó Pierce tras anotar seis tantos.
Y Garnett añadió: "Mientras viva mi sangre será verde", en alusión a los colores de los Celtics.
