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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 10:53
Brett Romberg, centro de los Falcons de Atlanta, es uno de los demandantes en el caso contra la NFL.
APNUEVA YORK.- Al menos 750 jugadores de fútbol americano que presentaron una demanda contra el mayor ente rector de ese deporte en Estados Unidos afirman que la administración masiva de analgésicos y otros fármacos sin las necesarias salvaguardias médicas era común incluso hace apenas dos años.
El caso también es investigado hoy por la Administración para el Control de Drogas (DEA) de ese país.
La denuncia amplía a cuatro años el margen de tiempo para que se agreguen nuevas reclamaciones similares y podría abrir la puerta para que se efectúe una investigación penal.
Ex jugadores relataron que los fármacos eran entregados sin ningún control médico.
"En los vuelos de regreso a casa la rutina era la misma en todas partes", relató Brett Romberg, ex centro en los equipos de Jacksonville, San Luis y Atlanta.
"Los preparadores físicos recorrían el pasillo y uno levantaba la mano con ciertos dedos alzados para indicar cuántas píldoras quería. No había discusiones ni preguntas. Uno sólo tomaba lo que te daban y créame, yo tomaba cualquier cosa con tal de mitigar el dolor", declaró.
La demanda colectiva contra la Liga Nacional de Fútbol (NFL) fue interpuesta en mayo y abarca el período entre los años 1968 y 2008. No obstante, las nuevas acusaciones podrían ampliar el alcance de la investigación, dijeron expertos legales.
Cualquier violación de las leyes federales sobre drogas después de 2009 no estaría sujeta a la prescripción de cinco años vigente en el sistema legal estadounidense.
"Ya no sólo se trataría de dinero. Podría ser sobre conducta delictiva y ésa es una cancha totalmente distinta", explicó Steven Feldman, ex vicefiscal de distrito de Nueva York.
"Todo lo que se requiere es un acto (delictivo) en los últimos cinco años para mirar hacia el pasado y decir: 'el mismo grupo de doctores y preparadores físicos estaba allí'. Si tienes a suficientes de ellos haciendo lo mismo en diferentes vestuarios, es difícil defenderlo como un caso aislado", enfatizó.
La NFL, en tanto, afirmó que no está al tanto de "ningún citatorio o investigación de la DEA en torno a prácticas de los clubes", según indicó su portavoz, Greg Aiello, en un correo electrónico.
"Desde 1973 ha habido un sistema en toda la liga para reportar (con el fin de rastrear las sustancias controladas y que requieren receta médica emitidas por los médicos de los equipos) y cumplir así con los requisitos que piden la DEA y las leyes estatales", agregó.
Problemas crónicos
La DEA rechazó hacer comentarios al respecto, basándose en la política de la agencia de no declarar sobre investigaciones potenciales.
No obstante, fuentes policiales que pidieron guardar el anonimato confirmaron que la agencia examina las acusaciones en el texto judicial.
La acción legal en nombre de 500 ex jugadores fue presentada en la Corte Federal de Distrito en el norte de California y fue enmendada dos semanas después para incluir a 250 más.
Entre los nuevos demandantes se cuentan Marcellus Wiley, que en la actualidad es analista de la cadena ESPN; Jim McMahon, quarterback de los Bears de Chicago; el lineman defensivo Richard Dent, miembro del Salón de la Fama, y Romberg.
Los afectados afirman que la NFL y sus equipos, sus médicos y preparadores físicos actuaron sin consideración por la salud de los jugadores, reteniendo información sobre las lesiones que sufrían.
Al mismo tiempo, en forma rutinaria y con frecuencia ilegal les proporcionaban analgésicos que requieren receta médica, como Vicodin y Percocet, y antiinflamatorios como Toradol, con el fin de encubrir el dolor y minimizar el tiempo fuera de la cancha de los deportistas.
Los ex jugadores reportaron una serie de efectos sobre su salud, desde problemas crónicos en sus músculos y huesos a daños permanente en nervios y órganos, e incluso casos de adicción.
