Estados Unidos sorprende a Brasil y accede a la final del Mundial femenino de voleibol

MILÁN.- La selección estadounidense de voleibol doblegó a la de Brasil por 3-0 (25-18, 29-27 y 25-20) en las semifinales del Campeonato del Mundo, en Milán, y buscará la conquista de su primer título para enterrar el recuerdo de las finales perdidas en 1967 y 2002.

En un partido brillante, las pupilas de Karch Kiraly derrocharon fe y ambición para batir al cuadro brasileño, subcampeón en las dos últimas ediciones y gran candidato al triunfo tras el precipitado adiós de Rusia -defensor del título- en la tercera ronda.

En un duelo repetido nueve veces en un Campeonato del Mundo, el combinado estadounidense tomó la iniciativa sabedor del poderío de su adversario. No en vano, el cuadro dirigido por Ze Roberto le derrotó por 3-0 hace unos días, coincidiendo con el último partido de la segunda ronda.

A diferencia de entonces, las pupilas de Karch Kiraly se apoyaron en el acierto de Larsson-Burbach (máxima anotadora del choque) y Kimberly Hill para construir una cómoda renta (15-10) mediada la primera manga.

Ni Sheilla ni Fe Garay lograron contener la embestida de las norteamericanas, poderosas en el bloqueo y eficaces en la construcción.

Lejos de gestionar su ventaja, el grupo capitaneado por Alisha Glass siguió acumulando puntos brillantes que le llevaron a cerrar el primer set de manera holgada, por 25-18.

El combinado brasileño, sin embargo, aprovechó sus mejores sensaciones para tomar un colchón de seis puntos (2-8) al inicio de la segunda manga, pero sus propios errores permitieron al cuadro norteamericano empatar el duelo y regalar a los 10.000 aficionados congregados en el Mediolanum Forum de Milán momentos trepidantes.

Hasta tres puntos de set desaprovecharon las brasileñas antes de ver cómo su rival doblaba su ventaja, con el definitivo 29-27.

Más intensas en defensa y más certeras en la finalización, las estadounidenses sellaron el triunfo en la tercera manga (25-20) después de caminar durante una hora y 33 minutos hacia su tercera final mundialista, tras las alcanzadas en 1967 y 2002.

Vengar las dos derrotas sufridas entonces es el deseo de la selección de Estados Unidos, que mañana, domingo, se medirá al vencedor del duelo entre Italia y China.