La increíble historia del meta Jaime Bravo que pasó del infierno a la gloria

SANTIAGO.- Jaime Bravo seguro no olvidará su actuación de ayer ante Guaraní por la Copa Sudamericana, donde atajó tres penales que le permitieron la clasificación por primera vez en su historia a Unión San Felipe a los octavos de final. Un día feliz, como pocos ha tenido este portero nacional.

Es que el golero del "Uní Uní" no siempre pudo disfrutar del éxito y ha tenido que sufrir más de la cuenta para consolidarse como arquero. De partida, el mismo meta ha afirmado que fue echado de la UC por su baja estatura y que tuvo que recalar en Unión Española.

Tras jugar una temporada con los hispanos, se fue a Iberia y terminó el 2004 jugando por Curicó Unido, elenco que en ese entonces jugaba en la Tercera División. Ahí vivió su peor momento deportivo.

El club "tortero" empataba a uno en la final ante Ñublense y el meta había tenido una destacada actuación pero en el minuto 93 ocurrió lo impensado: El chillenajo Wladimir Herrera le pegó al arco y aunque el meta la manoteó, el balón terminó en el arco de Bravo. Era el 2-1 y se tendría que disputar un duelo de definición.

Tras el compromiso, el golero afirmó que "se quería morir". Al final, el club de la Séptima Región caería por 2-0 ante Ñublense y esa semana sería un infierno para Bravo.

Su revancha vendría el 2005 vistiendo de nuevo los colores de Unión Española, donde en cuartos de final sería figura ante la Universidad de Chile atajando penales y permitiendo que a la larga los hispanos fueran campeones.

Las temporadas siguientes fue eclipsado por los guardametas Julio César Gaona y Cristián Limenza, siendo relegado a la suplencia, situación que lo llevó a firmar por Ñublense a fines del 2007 donde no tuvo gran relevancia.

El 2010 Unión San Felipe contrata a Bravo y éste ha respondido con creces, volviendo a tener jornadas gloriosas, tal como cuando logró que Unión Española fuera campeona, quizás ahora se pueda repetir la historia en el torneo internacional.